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El consumo mostró una recuperación apenas parcial en 2017

Un informe de ITE-FGA muestra que el consumo creció 0,8% interanual durante el año pasado y la pregunta es cómo sigue

31 enero de 2018

Durante 2017 el consumo registró un alza de 0,8% interanual, según los datos del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), y el mayor impulso de esa (leve) mejora, contra lo registrado en un 2016 en el que hubo una caída importante, se dio en el segundo semestre: las mejoras interanuales de los dos últimos trimestres fueron de 1,6% y 3,4%. Con todo, el consumo masivo se terminó ubicando aun muy por debajo de los niveles de 2015 y se mantuvo con una dinámica menor a la de otros componentes de la demanda agregada, como la inversión.

Dinámicas

Desde ITE-FGA detallaron la dinámica del consumo de los últimos años: “Luego de la devaluación del tipo de cambio, el consumo se derrumbó en 2016, impulsado por la caída de los salarios reales y una mayor tensión en el mercado de trabajo. La apuesta del gobierno de Cambiemos era que una marcada baja en la inflación en 2017, junto con un boom crediticio acompañaran una robusta recuperación del consumo. Sin embargo, de acuerdo con el IMC, el año para el consumo cerró con un alza de apenas de 0,8% anual, ubicándose muy por debajo de los niveles de 2015”. El leve repunte del consumo es un hecho y reviste especial interés que haya comenzado a acentuarse en los últimos trimestres. Pero desde ITEFGA pusieron el eje en indagar en las razones de esa levedad. Ahí, una de las causas principales para explicar el fenómeno fue la dificultad que terminó encontrando el BCRA para lograr desacelerar la inflación (al nivel de sus expectativas, expresadas en una meta de 12-17% de IPC Nacional interanual para diciembre).

El consumo masivo se terminó ubicando aun muy por debajo de los niveles de 2015

Reconfiguración laboral

Otro factor clave destacado por el informe publicado ayer por ITEFGA para explicar el desempeño algo dispar del consumo (mejorando hacia al final) fue “la reconfiguración del mercado de trabajo del modelo económico impulsado por Cambiemos, que ha privilegiado la creación de puestos de trabajo de baja remuneración, en detrimento de aquellos de salarios más altos”. Se trata de la repetida discusión acerca de la caída del empleo industrial (la caída absoluta es de 68.000 puestos en el sector entre octubre del 2015 y el mismo mes de 2017), que desde Hacienda defienden en el marco de un mayor empleo en los servicios y que se da a la par de una tendencia de los países ya desarrollados de reducir la participación del trabajo en industrias sobre el total. Así, esos dos factores habrían derivado en un consumo desdoblado y a dos ritmos distintos, lo que se evidenciaría en que “las ventas de automóviles (en especial importados), escrituras realizadas o viajes al exterior han registrado un comportamiento muy positivo, con subas superiores al 40% anual en algunos casos, mientras que las ventas en supermercados, centros de compra, minoristas y peajes (vinculados en parte al consumo de sectores populares) no tomaron nota de la recuperación de la actividad económica”.

El salario

Algunas dinámicas interesantes ocurrieron en torno al salario, tanto en el agregado y su variación desde 2015 hasta acá, con sus subidas y bajadas, como hacia adentro del salario promedio, a partir de lo que ocurrió con los mencionados cambios en la composición del mercado de trabajo. En el total lo que se ve es que 2017 fue un año de recuperación parcial pero que aun el promedio sigue por debajo de 2015, lo que explicaría que la recuperación del consumo mantenga cierta timidez. “Luego de la importante caída que los salarios tuvieron en 2016 (particularmente en el primer semestre), en 2017 se evidenció una recuperación que estimamos en el orden del 2,5%. En promedio el salario real de los trabajadores privados registrados (sin estacionalidad) se ubicará en 2017 el 1,9% por debajo del promedio anual de 2015”, detalla ITE-FGA. Pero además, agrega el informe, “es posible obtener una aproximación del impacto que han tenido los cambios en la composición del mercado de trabajo sobre el salario promedio”. Y expresa: “Nuestra estimación da cuenta de que los cambios en la composición del empleo explican poco más de medio punto de caída del salario real (0,6%)”.

Lo que viene

Aun resta que el Indec publique, ya avanzado marzo, los datos de consumo de cuentas nacionales. Hasta acá, los datos privados de la dinámica del consumo muestra cierta tendencia: tras la caída fuerte de 2016, en 2017 se dio cierta recuperación que se aceleró hacia el cierre del año. Pero esa mejora del final no permite ilusionarse en forma definitiva: “El repunte del consumo observado en la segunda mitad del año podría ponerse en riesgo debido a las recientes medidas de política tomadas por el Poder Ejecutivo. Por un lado, la reforma previsional (que afecta además a las asignaciones familiares), la tributaria y los cambios propuestos en el ámbito laboral contienen cláusulas que perjudican el salario y los ingresos de los sectores populares”.

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