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El momento y el futuro de la economía circular

Un nuevo paradigma en el comercio y la industria está a la vuelta de la esquina

14 septiembre de 2017

Por Pablo Querol Vicepresidente de Asuntos Corporativos de AB InBev

Estamos en una revuelta, un momento de quiebre en el que empezamos a comprender que el futuro de las grandes empresas argentinas está ligado a una mayor conciencia social y ambiental y a la sustentabilidad de su cadena de valor. Dimos pasos firmes, pero la responsabilidad sigue siendo la misma: consolidar un ciclo de desarrollo positivo continuo que acerque la naturaleza a los mecanismos de producción del hombre.

El modelo planteado por la economía circular pretende reducir el consumo de recursos naturales, disminuir el impacto en el medio ambiente y conseguir que los productos mantengan su valor formando parte de un ciclo continuo de reutilización y reciclado. Las compañías que apuesten a una cadena de valor sustentable estarán impulsando un modelo de negocio virtuoso que promueve la creación de empleo y el desarrollo de nuestras industrias regionales.

En línea con este nuevo paradigma, la industria cervecera está promoviendo el consumo de envases de vidrio retornables debido a su beneficio social, económico y ambiental e impulsando que los “consumidores” se transformen en usuarios responsables que participen en la reutilización de los componentes de un producto. Hay un nuevo contrato entre las empresas y sus clientes que hace posible que un envase sea retornable hasta 29 veces y que a través de un sistema de recolección inteligente pueda volver al proceso de manufactura inicial.  Para el sector también es clave cuidar aquellos ingredientes en los que todo comienza: el agua, la cebada, el lúpulo y la levadura, gestionar racionalmente el agua y la energía, mejorar su logística para reducir las emisiones de CO2 y concientizar sobre la importancia de la venta y el consumo responsable.

Entendemos que el sector privado tiene un rol fundamental para avanzar en los objetivos ambientales y climáticos comprometidos en el Acuerdo de París. En este sentido, nos comprometimos a utilizar un ciento por ciento de energía eléctrica que provenga de fuentes renovables en vistas al año 2025, colaborando con la transformación de la matriz energética del país.

Las grandes compañías argentinas, con sus proveedores, pymes, emprendedores de triple impacto, startups, y la gestión estatal participan de un proceso de conversión hacia una economía productiva y regenerativa. Podríamos decir que es un momento de revuelta en el que se necesita más innovación e incentivos por parte de las empresas, para que el consumidor se transforme en usuario de los productos, y participe de los procesos de reutilización y colabore con una mayor utilidad y valor para el producto.

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