El Economista - 70 años
Versión digital

sab 20 Abr

BUE 20°C

¿Es muy tarde para comprar acciones de EE.UU.?

09 enero de 2017

Por Ezequiel Zambaglione (*)

La victoria de Trump generó un gran impulso a las acciones de EE.UU., que cerraron el año con ganancias cercanas al 10%, de los cuales 7,5% se dieron luego de la elección. Las medidas anunciadas por Trump a lo largo de la campaña fueron las principales causantes de que los inversores se vuelvan optimistas acerca de los retornos que podrían conseguir a través de las acciones. La medida con mayor impacto es la de recortar el impuesto a las ganancias que pagan las compañías, lo cual se traduciría automáticamente en mayores ganancias y en consecuencia mayores potenciales dividendos para los inversores.

En este contexto, las acciones con mejores perspectivas son las de las compañías pequeñas y medianas, que generan sus ingresos mayormente en los EE.UU., por sobre las multinacionales, ya que se verían más beneficiadas por el recorte de impuestos y menos afectadas ante un escenario donde Trump cumple su promesa de convertir a la economía de EE.UU. en una más proteccionista. Los movimientos entre activos reflejaron que los inversores hicieron esta lectura, ya que en el último mes, las acciones de valor, donde se destaca al sector financiero y energético, ofrecieron los mejores retornos.

Luego de analizar las perspectivas, que lucen favorables, hay que prestar atención a las valuaciones, para analizar cuánto de esas perspectivas ya fueron incorporadas en el precio de las acciones. En ese sentido, los principales índices de EE.UU. se encuentran con valuaciones en sus máximos históricos, reflejando un aumento en las ganancias de las empresas de más de 20% en 2017, lo que sugiere que las buenas noticias ya fueron incorporadas.

Vimos que las perspectivas son favorables pero que en parte están incorporadas en los altos precios actuales con respecto a la media histórica, pero también hay que tener en cuenta la valuación relativa con respecto a los otros activos financieros. En este sentido, los bonos a nivel internacional también presentan valuaciones muy por encima de sus promedios históricos, con rendimientos de 2,5% en el caso de bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años y tasas negativas en los bonos de países europeos. Es decir, todos los activos financieros parecen estar caros relativo a sus precios históricos.

Al momento de la decisión de inversión, también es importante pensar qué es lo que puede salir mal y que implicancia puede tener en nuestra inversión. En el caso de las acciones, el peor escenario probablemente sea que la economía de EE.UU. entre en una recesión, donde típicamente las acciones caen entre 15% y 20%, mientras que en el caso de un escenario favorable se pueden conseguir retornos de 5%, considerando las valuaciones actuales y las expectativas de aumento de las ganancias.

En el caso de los bonos, el escenario es el contrario, es decir cuánto mejor le vaya a la economía de EE.UU., más rápidamente la Reserva Federal suba la tasa de interés, y en consecuencia los bonos mostrarían pérdidas. Digamos que por cada 1% que suba la tasa el precio de los bonos caería cerca de 10%. Por el contrario, en un escenario de recesión el inversor se quedaría con el rendimiento de 2,5% más alguna ganancia de capital producto que los bonos del Tesoro funcionan como activo de refugio.

La única verdad al momento de invertir es que para obtener retornos hay que asumir riesgos, y en ese sentido la decisión es cuál es el riesgo que quiere asumir considerando las potenciales pérdidas y ganancias. Considerando que la economía de EE.UU. actualmente presenta datos positivos de crecimiento, y que incluso éstos podrían ser todavía impulsados por una política fiscal más expansiva por parte de la administración Trump, luce más atractivo tomar el riesgo de que la economía de EE.UU. no se encamina hacia una recesión, y en consecuencia comparar acciones a pesar de las altas valuaciones. Cabe destacar que los retornos de las acciones dependen mayormente de un fuerte crecimiento esperado de las ganancias de las compañías, reflejando lo volátil que puede ser su precio en el corto plazo, siendo sólo recomendable para inversores con un horizonte de inversión de mediano plazo. Alternativamente, para los inversores con horizontes de inversión cortos, considerando las valuaciones y la volatilidad esperada, lo mejor son posiciones defensivas en bonos de Grado de Inversión o TIPS.

(*) Jefe de Estrategia y Research de Puente.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés