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“Por la crisis en AFA, se pierden oportunidades de negocios valiosas”

20 diciembre de 2016

Entrevista a Ariel Coremberg Economista. Por Manuel Pérez Berro

Ya pasó más de un año de aquella polémica elección en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) cuando los candidatos a presidente del organismo Marcelo Tinelli y Luis Segura empataron obteniendo 38 votos cada uno, pero siendo 75 los electores. Desde aquel momento y la posterior renuncia del expresidente Segura, la conducción de AFA entró en una situación de gran incertidumbre política que aún hoy se encuentra sin resolución. Ariel Coremberg es economista y realizó junto a varios colegas, una de las pocas investigaciones que intentan medir el impacto económico del fútbol argentino. En conversación con El Economista, analizó tanto el presente institucional de AFA como el panorama económico del fútbol argentino.

¿Cuál es panorama político y económico actual de la AFA?

La situación institucional es tan frágil que no se entiende cómo está funcionando todo. No puede ser que no haya alguien que tome las riendas y pueda solucionar este problema ordenando con un nuevo proceso de dirección ejecutiva. La política tiene el mismo problema, nadie quiere ceder y por eso existen las elecciones. En AFA tiene que haber elecciones para que los dirigentes elijan democráticamente y solucionen está situación de anarquía institucional. Lo grave es que se están perdiendo muchisimas oportunidades de negocios que los clubes necesitan generar.

En el trabajo “El fútbol en la economía argentina. Números sin pasiones”, publicado este año, pudieron arribar a varias conclusiones y una de ellas es que es mucho más amplio el impacto social del fútbol que su estructura económica.

Si seccionás hoy la TV con los programas de cable y la radio, entre el 40% y 50% de la programación y el rating está relacionado con el fútbol. Tiene un impacto directo y una llegada a toda la sociedad argentina que no lo tiene ni la política ni otra actividad social. Si contamos todos los clubes regulados por AFA, estamos hablando de más de 3.000. Y esas institucio nes son las canteras de los clubes profesionales y donde se forman nuestros grandes jugadores. No hay red política ni organización social que tenga tanta inserción barrial. Quizás la Iglesia Católica como religión masiva tenga una penetración social parecida. En contraposición a esa situación, también concluimos que económicamente el fútbol es más chico que el impacto social que genera. Un club argentino promedio factura lo mismo que dos locales comerciales de un shopping. Es un sector sobredimensionado económicamente.

Eso explica por qué los dirigentes pueden saltar desde la dirigencia del fútbol hacia la vida política?

Porque el fútbol funciona como una vidriera.

Volviendo al tema económico, ¿el panorama cambia si hablamos de los negocios en relación al fútbol que no involucran a los clubes?

Claro. Por cada peso que facturan los clubes, se generan $4 en negocios asociados que utilizan al fútbol como insumo pero que no le aportan ganancias a las instituciones. La facturación del deporte se multiplica por tres o por cuatro cuando agregás programas de TV, transmisión de partidos, venta de camisetas, venta de gaseosas, publicidad de jugadores, etcétera.

Y comparado con otros países, ¿esa relación 1 a 4 es elevada?

Encontramos resultados similares con otros deportes del mundo. Digo deportes porque no hemos encontrado un trabajo equivalente al nuestro en el plano futbolístico. En Holanda y Austria se encuentran resultados similares: el deporte participa del PIB con un 2%. Si sumamos todos los deportes en Argentina, ese resultado sería un poco mayor. También en Inglaterra y España. El Real Madrid es el club que más factura en el mundo, pero el valor económico del club en términos de acciones es equivalente a la empresa del S&P 500 de menor valor.

¿Y cómo podría moverse esa relación hacia el futuro, estirando o acortando la brecha?

Ese número tiene un potencial de proyección impresionante. En Europa le sacan más el jugo al negocio. Ordenando los diez primeros clubes de Brasil, Europa y Argentina en un ranking de facturación, los primeros son los españoles, luego los de Brasil y por debajo Boca, que es el que más factura en el país. Tenemos a Lio Messi, Javier Mascherano y a muchísimos jugadores argentinos en clubes menos conocidos de Europa y el mundo. Tenemos una penetración mundial fenomenal. Esto quiere decir que somos competitivos profesionalmente, y económicamente baratos en términos internacionales. Tenemos una formación de jugadores muy buena y por eso nos destacamos. Los clubes invierten mucho en esa cantera: junto con Brasil aportamos jugadores a Europa y es nuestro mercado.

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