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Los analistas esperan que con Dujovne haya ajuste en las cuentas

27 diciembre de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

El desdoblamiento del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, y el cambio de Alfonso Prat-Gay por Nicolás Dujovne al frente de Hacienda, generó reacciones entre los analistas, pero en general se vio una actitud de esperar a que las acciones ocurran y dejen atrás a las palabras. Aun así, la expectativa clara, desde los distintos sectores ideológicos, es la de que el cambio parecería significar un posible ajuste fiscal. Es que el propio cambio de figuritas deja entrever que algo no funcionó como se esperaba. En ese mismo sentido, el director socio de la Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, dijo a El Economista: “Con esto hay un reconocimiento de que en el área fiscal no se alcanzaron los objetivos”

La teoría y la praxis

Caamaño Gómez considera que una cosa es postular que el problema de la economía es el déficit fiscal y otra distinta es lograr llevarlo a cabo en la práctica. “Los pingos se ven en la cancha. Muchas cosas son fácil de decir y muy difícil de hacer. Y eso corre también para mi trabajo. Yo soy el primero que dice que hay que hacer el ajuste fiscal, pero después hay que hacerlo y plantarse frente a las restricciones. Espero que Dujovne vaya para el lado de alcanzar los objetivos fiscales”, dijo. Y explicó: “No creo que Prat-Gay pensara que no había que reducir el gasto corriente. Sinceramente creo que no pudo hacerlo. El sabrá por qué. Algún día escribirá un libro y nos lo contará a todos. Ahora hay un reconocimiento de esto: la pata fiscal es la más floja. Será Dujovne el encargado de hacerlo y habrá que ver si lo logra”.

Para el economista Martín Tetaz, la asunción de Dujovne es señal de un ajuste fiscal que no se basará tanto en achicar el gasto sino en dejarlo congelado en un contexto de crecimiento. Eso, sugirió, provocaría una caída real del déficit. “Es una buena noticia la llegada de Dujovne. Es un fiscalista preocupado por el establecimiento de reglas claras y por su comunicación. Se viene una ley de congelamiento fiscal”, sostuvo.

¿Y la actividad?

En ese sentido, una expectativa negativa sería que el ajuste influyera para mal en el nivel de actividad. Para Caamaño Gómez la clave será reducir el gasto corriente (especialmente los subsidios y las transferencias a las provincias) y dejar crecer el de obra pública. Además, dijo: “La meta de crecimiento de 3,5% del año que viene ya está complicada. Hay que ver si llegamos. Pero no creo que el cambio de ministro altere mucho el amperímetro en ese sentido”. Para Caamaño Gómez el ajuste fiscal no necesariamente implica ría una caída de las expectativas para el nivel de actividad: “Si se recupera el superávit y eso hace que la política monetaria pueda alcanzar la desinflación, tendría un efecto positivo sobre el nivel de actividad.

Para el economista del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITEGA), Leandro Ottone, si se confirma en la realidad, el ajuste fiscal no es la solución para el déficit y, además, complicaría aún más una meta fiscal que ya no considera que se vaya a cumplir. En esa línea, sostuvo en declaraciones a El Economista: “El déficit fiscal se sostiene por una fuerte caída de la recaudación porque se quitaron impuestos y por la caída de la actividad económica”.

El ITEGA prevé un crecimiento de entre 2,5% y 3% para el año que viene, siempre y cuando se mantenga el mismo nivel de gasto de 2016. Si se ajusta, la revisión de la previsión de crecimiento seguramente sería a la baja. Acerca de la posibilidad de que la asunción de Dujovne implique o no un potencial ajuste fiscal, Ottone aclara que no puede predecirlo. Pero su lectura política apunta en ese sentido: “Dujovne parece ser un hombre del jefe de Gabinete, Marcos Peña, cuya idea política parece ser la de querer un ordenamiento más fuerte de lo fiscal. Vamos a ver en qué se traduce eso. Porque lo que Peña desee técnicamente no necesariamente es lo que ocurrirá en la política económica. Porque del otro lado hay una sociedad que va a responder. En año de elecciones no parece posible hacer un ajuste fiscal muy fuerte”.

Afecta la coordinación

El director de FyEConsult, Hernán Hirsch, por su parte, considera que no habrá grandes diferencias en política fiscal entre Dujovne y Prat-Gay. Dijo a El Economista: “Yo veo que el plan de Dujovne es tan gradual como el de Prat-Gay. La diferencia es el énfasis de Dujovne en hacer un plan explícito. Otra diferencia con este cambio es que el desdoblamiento de Hacienda con Finanzas implica una división en la decisión de gasto y financiamiento y, por ende, una menor coordinación”.

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