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La recaudación será la variable clave del 2019

08 abril de 2019

La marcha de los ingresos tributarios quizás sea la mayor preocupación de Washington dado que son la contracara del equilibrio fiscal. “Los ingresos fiscales continúan siendo moderadamente más débiles de lo proyectado. En marzo, la recaudación de impuestos aumentó 37,3%, una contracción de 10% en términos reales. Hubo una brecha de $ 10.000 millones en relación con las proyecciones del staff, principalmente reflejando ingresos más bajos de los impuestos de exportación, aunque los impuestos a los ingresos, los impuestos a la propiedad y los impuestos al combustible también estuvieron ligeramente por debajo de las previsiones del staff”, dijeron los técnicos en el Staff Report publicado el viernes junto con la noticia, ya descontada, de que se aprobó el envío de US$ 10.800 millones.

Además de la recesión, obviamente, hay algunos factores estructurales detrás de la recaudación que preocupan a los técnicos del FMI: la evasión del IVA (se estarían perdiendo nada menos que 4 puntos del PIB); el “abuso” del régimen simplificado (hay 3,5 millones de trabajadores registrados como monotributistas) y la fragmentación administrativa. Ante ese escenario, el FMI advierte que el ajuste fiscal debería ser mayor, es decir, menos gasto o más impuestos.

"Por el lado de los gastos, no hay recortes adicionales que tengamos que hacer. Podría haber reducciones en el margen de gastos, incluyendo una racionalización de gastos en bienes y servicios y de gastos de capital no prioritarios", dijeron  en Hacienda.

Lo más importante no es el comentario (ya conocido, además) sino la recomendación. “El staff recomendó medidas de ingresos contingentes en caso de que los ingresos sigan a la baja, pero las autoridades señalaron que, dado el margen de maniobra limitado durante el año electoral, las reducciones en el gasto de capital son probablemente la única opción. El staff advirtió que cualquier reducción de capital el gasto debe salvaguardar los proyectos de más alta calidad y recomendó que deben identificarse medidas de contingencia adicionales para apuntalar la credibilidad de las autoridades fiscales. Estos podrían incluir (i) reducciones más profundas en los subsidios económicos; (ii) la eliminación de un rango de exenciones de impuestos; (iii) un aumento del IVA en productos y servicios seleccionados que hoy tienen concesiones y (iv) mejorar el cumplimiento tributario. Sin embargo, las autoridades están considerando que las medidas de ingresos que requieren cambios en la legislación como poco realistas en un año electoral”, evaluaron en el FMI.

“El diseño de un plan de mejora del cumplimiento tributario es un punto de referencia (structural benchmark) para junio de 2019”, dice el FMI.

La visión oficial

En su memo, Nicolás Dujovne y Guido Sandleris admiten que la caída de los ingresos “será particularmente aguda” en la primera mitad de 2019 y por eso pidieron elevar el target fiscal intermedio, es decir, bajar el superávit que piensan alcanzar para mediados de año a la zona de $20.000 millones. A la vez, prometen mejorar “la eficiencia en la recaudación” y encontrar “un balance entre la prudencia fiscal y el apoyo a las obras públicas que promueven el crecimiento”, algo que implicará “racionalizar las obras de baja prioridad”. Por el momento, como dice el reporte del FMI, no se barajan nuevas subas de impuestos. Así lo confiaron en Hacienda.

Error grande

En diálogo con El Economista, Francisco Eggers (UNLP), dice: “El FMI asume que la recaudación tributaria será 2 puntos del PIB inferior a lo proyectado en el Presupuesto y que, de eso, 1 punto corresponderá a Derechos sobre Comercio Exterior (principalmente, retenciones). No dice explícitamente que fueron mal calculadas, pero no da ninguna justificación para semejante error de cálculo. En el Presupuesto se asumía que recaudarían 3,4 puntos del PIB y ahora se proyecta 2,4 puntos”. A la vez, comenta: “El error es muy grosero y realmente me llama la atención que la Secretaría de Ingresos Públicos, que tiene gente muy preparada, se haya equivocado por tanto”.

Es el gasto, dice Idesa

A la vez, desde Idesa dijeron que el enorme déficit fiscal de Argentina no es porque se paguen menos impuestos que en los países vecinos sino porque el gasto público es mucho más alto. Así, sugieren que el ajuste fiscal debe venir por el lado del gasto, y no por el de los ingresos.

En Argentina los ingresos públicos totales ascienden a 36% del PIB

En Uruguay los ingresos públicos ascienden al 30% del PIB

En Chile los ingresos públicos ascienden a 24% del PIB

Agrega Idesa: “Aumentar la presión impositiva es muy poco pertinente porque al profundizar la recesión el resultado será aumentar ?en lugar de reducir? el déficit fiscal. Más consistente sería mejorar la organización y la administración del sistema tributario para recaudar mejor los impuestos centrales (IVA y Ganancias) y así poder reducir los impuestos distorsivos. La lógica sería bajar los impuestos que frenan la expansión de la producción, las exportaciones y el empleo compensando con mayor recaudación de IVA y Ganancias”.

Asimismo, detallan que la centralidad en el saneamiento de las cuentas públicas la debe tener la reducción del gasto público. “Por ejemplo, para el nivel nacional y la mayoría de las provincias el sistema previsional es la principal fuente de desequilibrio fiscal. Eliminando duplicaciones de cobertura y tratamientos privilegiados es factible moderar el gasto sin agravar la situación social. Otro componente central son las erogaciones en salarios públicos. Se podría suspender nuevas contrataciones y simultáneamente mejorar la calidad de los servicios eliminando la superposición de funciones entre los tres niveles de gobierno, desburocratizando procesos administrativos y aprovechando las ventajas de las nuevas tecnologías”.

Para eso, y también para ir a fondo sobre los renglones gordos del gasto público, dice Idesa, se necesitarán consensos que, lamentablemente, hoy no se vislumbran. “Consensos políticos amplios sobre temas centrales, como el previsional o el empleo público, son fundamentales para reducir y mejorar la calidad del gasto público. A esto hay que sumarle austeridad y profesionalismo en la ejecución de las políticas. Lamentablemente, la carencia de acuerdos es lo que viene prevaleciendo, como lo demuestra la batería de proyectos de ley que impulsa la oposición en el Congreso cuyo denominador común es seguir aumentando el déficit fiscal”.

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AFIP: “El reporte del FMI está en línea con nuestro Plan Estratégico”

“Los ejes del reporte del FMI van en línea con el Plan Estratégico de la AFIP, que Leandro Cuccioli presentó hace poco. Los objetivos principales son reducir la evasión del IVA en 10 puntos y reducir el costo para los contribuyentes”, dijeron fuentes de AFIP ante El Economista. El objetivo del organismo es reducir de 33% a 23% la evasión en el IVA en los próximos cinco años y, asimismo, redcuir de 356 a 178 horas al año el costo de tiempo de cumplimiento para las personas en el mismo período. En cuanto a los monotributistas, desde el organismo recaudador explican: “Desde el año pasado aumentaron los controles a partir de la implementación de la factura electrónica que ya rige para todas las categorías. Eso agiliza los controles. Además, hay un control permanente de los gastos de las personas que están en el régimen, sobre todo en las categorías más bajas, que es donde se esconden facturando menos de lo que deberían”, explicaron a El Economista.

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