La causa Hotesur será el quinto juicio oral contra Cristina Kirchner. Así quedó definido ayer por el juez Julián Ercolini, que elevó a juicio oral ese expediente en el que se investigan pagos de habitaciones vacías en los hoteles de la familia Kirchner de parte de empresarios contratistas de obra pública, en lo que se presume fueron maniobras de lavado de, dinero porque la plata utilizada configuraría retornos de los pagos que los empresarios recibían por los trabajos para el Estado.
Este juicio oral se suma a los que ya tiene activos la expresidenta. Se trata de la causa por direccionamiento de la obra pública santacruceña hacia empresas de Lázaro Báez (cuyo inicio se postergó por un problema de salud de uno de los jueces); la denuncia por encubrimiento del atentado a la AMIA (que se inició por la denuncia del fiscal Alberto Nisman); el caso Los Sauces, y el expediente del dólar futuro.
En el caso Hotesur, Cristina está acusada de lavado de dinero y asociación ilícita. También están procesados e irán a juicio sus hijos, Máximo y Florencia. Los restantes procesados que deberán enfrentar el juicio oral (aún sin fecha) son Romina Mercado, hija de la gobernadora Alicia Kirchner; Osvaldo “Bochi” Sanfelice, que trabajó con Máximo en una inmobiliaria; el contador Víctor Manzanares; Adrián Bern; César Andrés; Ricardo Albornoz; Edith Gelves; Patricio Arandia; Emilio Martín; Jorge Bringas; Julio Mendoza; Martín Jacobs; Alejandro Ruiz y Oscar Leiva.
Todos los procesados participaron, a criterio del juez Ercolini, “de un complejo entramado societario para poner en circulación en el mercado parte de las ganancias obtenidas como consecuencia de la defraudación al Estado”.
