La desaceleración de la economía de China se sigue reflejando en los distintos indicadores que se va conociendo. Ayer se informó que la producción industrial creció 5,3% en el bimestre enero-febrero de 2019 ( se toan dos meses para evitar las distorsiones que produce la celebración del Año Nuevo Lunar en distintas fechas) con relación al mismo período del año pasado. La comparación interanual en diciembre había llegado a 5,7%. Por otra parte la venta de inmuebles creció 4,5% en los dos primeros meses del año, un porcentaje que contrasta con la suba de 14,7% registrada en 2018.
Según los analistas, el conflicto comercial con Estados Unidos afectó el nivel de actividad que no se recuperará de inmediato. Esa situación tuvo su correlato en el mercado de trabajo porque la tasa de desempleo urbano trepó hasta 5,3% en febrero mientras que en diciembre se ubicaba en el 4,9%.
En este contexto el Gobierno está tomando medidas para que la economía recupere ritmo y están mostrando algunos resultados como lo demuestra que la inversión en activos fijos trepó 6,1% con relación a los dos primeros meses del año pasado. Por su parte, las ventas minoristas subieron 8,2% interanual, el mismo porcentaje que habían logrado en diciembre.
Las autoridades chinas recortaron recientemente su pronóstico de crecimiento para este año y lo ubicaron en un rango de entre 6% y 6,5% luego de una suba del PIB de 6,6% en 2018.
