Por Luis Varela
“La sacamos barata, pudo ser mucho peor, pero por suerte hubo feriado en Estados Unidos, en Buenos Aires se operó 30% de lo que se negocia habitualmente, y si bien la dirección estuvo mal, veremos que ocurre mañana”.
La sentencia salió de la boca de un viejo operador que trabaja en oficinas de la calle San Martín, a metros de la calle Sarmiento, en pleno microcentro porteño. Y al hablar de mala dirección se refirió obviamente a una nueva suba del dólar y a un nuevo descenso para las acciones y los bonos.
En realidad, desde muy temprano, con feriado en Wall Street por el Día de los Presidentes en Estados Unidos, los brokers que cambian figuritas en Buenos Aires estuvieron abriendo el paraguas.
En la apertura de negocios había mucho temor por una razón muy especial. Hasta el viernes pasado los inversores se fueron manejando con encuestas, pero este domingo se desarrolló la primera elección provincial, y el resultado no fue en absoluto favorable para el Gobierno de Macri.
La provincia fue La Pampa, y hubo dos primarias abiertas principales, una a gobernador y otra a intendente de la Ciudad de Santa Rosa. Para la gobernación el hombre del PRO era Carlos Mac Allister.Y para la intendencia, el peronismo testeaba su primera interna.
El resultado ya debe ser conocido por todos los lectores. El aparato radical se organizó para soplarle la dama a Mac Allister y lo dejó casi sin votos, fuera de carrera. Y en Santa Rosa, un representante K, más específicamente de La Cámpora, le ganó por 38% a 37% a otro representante del justicialismo.
El caso es que, ya sin encuestas, la primera elección fue perdida por el PRO, y esto sigue planteando qué podrá pasar en las elecciones presidenciales de octubre, en primera vuelta, y en noviembre el balotaje.
Lo concreto de ayer es que los inversores se siguieron inquietando. Muchos decidieron abandonar el carry trade: en el mes cae nada menos que en $ 50.000 millones el stock de plazos fijos. Y la demanda de dólares volvió a subir otro escalón.
El dólar saltó al precio más alto de este año y de los últimos seis meses: y se metió más en la banda cambiaria. El minorista oficial subió 26 centavos hasta $ 39,79, el blue terminó sin cambios a $ 38,75 y el dólar mayorista subió 18 centavos, hasta $ 38,80, 46 centavos arriba del piso de la banda cambiaria.
Este movimiento reeditó un clásico: tal como ocurrió en 2018, el peso argentino es la moneda que más se devalúa en 2019. Mientras el BCRA perdió US$ 51 millones (quedan reservas por US$ 66.969 millones), el peso retrocedió contra otras monedas: la libra saltó 25 centavos hasta $ 50,05, el euro subió 19 centavos hasta $ 43,81, pero el real bajó 7 centavos hasta $ 10,37, ya que el dólar también subió en Brasil: pasó de 3,70 a 3,73 reales, con Jair Bolsonaro sacando de su lugar a un ministro sospechado de corrupción.
Lo desconcertante del caso es que, después de aumentar la liquidez en las semanas anteriores, el BCRA decide ahora sacar pesos de la calle tras el mal dato de inflación de enero. Con eso, la autoridad monetaria volvió a subir ayer la tasa de las Leliq: de jueves a viernes la había subido de 43,937% A 44,214% y ayer subió a 44,312% anual. Mientras que continuó la baja de las tasas de interés en los plazos fijos: los bancos pagaron 34% por plata chica y 36,5% anual por plata grande.
Para mal de los inversores, mientras el dólar subía, el precio de los bonos y de las acciones argentinas volvió a ir para abajo: no demasiado, veremos qué ocurre hoy con Wall Street operando a pleno.
Ayer el 90% de lo operado en bonos se transó en tres papeles: AY24 76%, AO20 8% y TC20 5%. Con muy pocos negocios, los bonos argentinos retrocedieron apenas en una rueda teórica. En los extremos hubo subas del 1% al 6% para los bonos PAA0D, AA25D, PUM21, PU23D, AA25 y TVPY. Y bajas del 1% al 1,6% para los bonos AA37C, TC23, BPLDD, AA37, AA37D, PAA0 y A2E2D.
Insistimos, sin Wall Street como faro, los ADR argentinos estuvieron sin negocios en Nueva York, mientras que la Bolsa de San Pablo bajó 1,1% y la de México terminó con una baja mínima.
En Buenos Aires, con el menor volumen de los últimos treinta días ($ 351 millones), el índice Merval bajó apenas 0,3%, un resultado muy positivo, se esperaba una baja mayor. El 80% de lo operado en bonos se transó en trece papeles: Grupo Valores reunió el 11% de las operaciones, Ternium otro 11%, Galicia y Petrobras Brasil el 10% cada una.
En los extremos hubo un salto del 9% para Colorín y alzas del 2,5% al 7% para Caputo, Ternium, Valores, Tglt, Aluar, Rosenbusch, Molinos, Garovaglio, Fiplasto, Boldt y Cablevisión. Y una caída del 7% para Petrolera del Conosur, con retrocesos del 1,5% al 2,7% para Juramento, Francés, Edenor, Loma Negra, Mirgor, Banco Patagonia, Ausol, Banco Macro, Celulosa, Central Puerto y Metrogas.
Finalmente, el petróleo subió otro 0,8% hasta más de US$ 56 por barril. Los metales preciosos estuvieron firmes: el oro subió 0,4% y la onza de plata mejoró 0,1%. Los metales básicos estuvieron mixtos: el cobre subió 0,6%, el níquel ganó 0,4% pero el aluminio bajó 0,2. Y lo más destacado del día fue un salto del 9% para el bitcoin, con mejoras para el resto de las criptomonedas: este sector promete testear otra moda, veremos hasta donde llega.
