En el área metropolitana de Buenos Aires, dice un reporte de Idesa en base a datos del Indec, el 66% de los asalariados registrados son privados y 34% son empleados del Estado; en la región centro y patagónica, el 58% son asalariados privados registrados y el 42% son empleados públicos y, en el norte del país, 41% son asalariados privados registrados mientras que el 59% son empleados públicos.
“Estos datos muestran las profundas diferencias regionales que se dan en el mercado de trabajo. Mientras que en la región metropolitana de cada 3 empleados 2 son privados y 1 público, en el norte del país es a la inversa: 2 son públicos y 1 solo es privado. Esta situación es la que explica las enormes brechas de desarrollo entre la región metropolitana y el interior del país, en especial, el norte”, dicen desde Idesa y, como siempre, agregan una recomendación. “Urge implementar una política de impuestos al trabajo a cuenta de IVA”, dicen y citan como ejemplo la que se aplicará entre las empresas de medios de comunicación desde 2019, que podrán tomar como créditos del IVA todo lo pagado por contribuciones patronales con destino a la Anses y al Pami de sus trabajadores en relación de dependencia.
Además, en Idesa recuerdan que, hasta 2017, estaba vigente el Decreto 814/01, que estipulaba que en el interior las empresas podían tomar parte de las contribuciones patronales como créditos de IVA. La proporción era creciente en función de la distancia con la región metropolitana. Pero la reforma fiscal del 2017 eliminó este beneficio gradualmente bajo el argumento de que se sustituyó por un Mínimo No Imponible a las contribuciones patronales.
“La manera más eficaz de usar fondos públicos para promover el desarrollo en las regiones más postergadas es bajando el costo laboral. Esta es la forma genuina de aumentar la competitividad de la región atrayendo inversiones que generen empleos privados registrados. Por el contrario, seguir utilizando recursos estatales en las regiones más pobres para financiar empleo público y asistencialismo, más allá de las buenas intenciones declamadas, perpetua la decadencia. Los emprendimientos privados no pueden ofrecer mejores condiciones que las que ofrece el sector público. Ante esta situación, la gente se resigna a vivir de las transferencias del Estado en lugar de emprender o insertarse en el sector privado”, grafica Idesa y pide que es “es fundamental incorporar como un componente central del Plan Belgrano el esquema dado a las empresas de medios”.
