Si el salario real cae, las tasas son altas y no hay certidumbres laborales, el consumo va a caer. Y eso está ocurriendo hoy en Argentina y explica, en parte, la aparición del polémico bono de $5.000 que decretó el Gobierno.
La gran pregunta es cuando estará de vuelta la variable, tan sensible para el humor social y la propia economía, toda vez que el consumo representa el 70% del PIB.
“El consumo se contrae y, en la proyección que realizamos en conjunto con Ecolatina, no vemos crecimiento hasta el segundo semestre del 2019”, afirmó ayer Juan Manuel Primbas (Kantar Worldpanel), en referencia al consumo masivo, en el encuentro de la Asociación de Supermercados (ASu) y agregó: “El 2018 estuvo muy lejos de lo esperado y terminamos con ciudadanos frustrados y empresas que saben que deben reformular la propuesta de valor para reactivar la demanda pero no encuentran claridad en el momento”.
Según sus números, el consumo masivo ajustaría 1,8% en 2019 y 4% en el primer semestre de 2019 y recién crecería 1% en el segundo semestre. En el trimestre en curso, caerá nada menos que 6,4%.
En el acumulado hasta octubre, el sector “alto medio” vio crecer su consumo, aunque apenas 1% mientras que el “medio bajo” avanzó 3% y el “bajo inferior”, 1%. El más castigado fue el bajo superior, que representa el 33% del consumo masivo total, con una caída de 4%.
“Las empresas tienen el desafío, para escapar a la lucha de precios, de generar innovaciones con un valor real percibido por los consumidores y, por otro lado, apuntalar sus productos más masivos para caer lo menos posible en volumen, y en el mejor de los casos, lograr algo de crecimiento”, cerró Primbas.
