Por Gonzalo Bellver CEO de Wellbin
Paul G. Allen, co-fundador de Microsoft y uno de los máximos responsables de la revolución de la computadora personal, murió ayer a los 65 años en su ciudad natal de Seattle de EE.UU.
Allen había sido diagnosticado con un linfoma no Hodgkin en 2009, del cual se encontraba en remisión hasta hace solamente dos semanas, cuando reveló que su enfermedad había vuelto.
Después de su etapa en Microsoft, que abandonó en 1983 tras su primer diagnóstico de cáncer, se dedicó al capital de riesgo con su compañía Vulcan, fundada en 1986.
Además de sus aportes a la computación y la industria del software, Allen fue un ávido filántropo, habiendo donado más de US$ 2.000 millones a instituciones dedicadas a la ciencia, tecnología, educación, el medio ambiente y las artes.
Falleció en su Seattle natal, donde dedicó los últimos años de su vida al fomento de la ciudad y al manejo de su equipo de fútbol americano de la NFL: Seattle Seahawks.
Bill Gates, con quien fundó Microsoft en 1975, sostuvo que “la computadora personal no habría existido sin él”.
