El Gobierno espera hoy contar con coincidencias básicas con las provincias para avanzar en el proyecto de Presupuesto 2019. Los interlocutores, esta vez, serán los gobernadores de los distritos. Por partida doble. Por la mañana, el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, participará de un encuentro con gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones. Y, por la tarde, el presidente Mauricio Macri será el anfitrión de una cumbre en la Casa Rosada.
Las provincias pretenden que se amplíe la recaudación de la manera menos distorsiva posible y que no sólo se apele a la reducción de gastos, que agravaría el perjuicio social. Por eso, entre las iniciativas está la de prorrogar la reducción de impuestos acordada en el Consenso Fiscal firmado a fines del año pasado. En los trazos gruesos hay coincidencias con el Ejecutivo Nacional. Las dudas y diferencias surgen cuando se pretende llevar eso al papel, a los trazos finos. Los cambios posibles en el Impuesto a los Sellos, alícuota autónoma de cada provincia, y en el gravamen a los Bienes Personales radicados en el exterior están entre los que serían aceptados. Mientras que la baja tendencial del impuesto a los Ingresos Brutos es el límite que el Gobierno no quiere traspasar.
Para los encuentros de hoy hay veinte presencias confirmadas y cuatro ausencias. Salvo el entrerriano Gustavo Bordet, de viaje por Estados Unidos, de trato cordial con el Gobierno y propenso al acuerdo en los términos que se debatieron previamente, las ausencias restantes corresponden a mandatarios enfrentados con posiciones críticas. Se trata de la santacruceña Alicia Kirchner, el santafesino Miguel Lifschitz y el pamepano Carlos Verna. Kirchner, según trascendió, para tomar distancia; Lisfchitz, también por viaje al exterior; Verna por razones de salud. No obstante el pampeano dejó abierta la posibilidad de participar en el encuentro matutino con el ministro Frigerio.
Otros gobernadores tradicionalmente críticos, que participarán de los encuentros, serán el puntano Alberto Rodríguez Saá y el formoseño Gildo Insfrán. A los que se suman el chubutense Mariano Arcioni, el tucumano Juan Manzur, la fueguina Rosana Bertone y la catamarqueña Lucía Corpacci, los que en las últimas semanas acentuaron su distancia con el Gobierno.
“Mauricio Macri juega mal. Macri es un chambón. No sabe. No puede arreglar el país y nos está arruinando la Argentina, nos dividió en gremialistas, sindicalistas, organizaciones sociales, peronistas, y lo más grave es que nos dividió en pañuelos verdes y azules”, afirmó Rodríguez Saá reafirmando su postura crítica. “Es muy posible que los gobernadores tengan temor ante la extorsión sistemática y permanente del Gobierno Nacional. Cada uno tiene que defender el interés que le corresponde y que le compete como provincia”, señaló Jorge Capitanich, intendente de Resistencia. El gobernador de su provincia, Domingo Peppo, forma parte del lote de mandatarios inclinados a sumarse al acuerdo sin disonancias.
