Tal como se preveía, ante la persistente inflación y la caída del salario real, el Indec informó una suba de la pobreza en el primer semestre. Pasó del 25,7% en la segunda mitad de 2017 al 27,3% (+1,6 punto porcentual). Pese a que el segundo trimestre fue el del comienzo de la crisis, el mayor impacto se sentirá en la segunda parte del año por el impacto de la devaluación, el retroceso del empleo y la agudización de la caída de poder adquisitivo de los ingresos laborales y las prestaciones sociales.
Por otra parte, el porcentaje de personas que viven en la indigencia tuvo una leve suba: del 4,8% al 4,9%.
Consideradas en términos de hogares, la pobreza subió del 17,9% al 19,6%, y la indigencia avanzó del 3,5% al 3,8%.
Los resultados provienen de la información de la Encuesta Permanente de Hogares y la valorización de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total.
