En el segundo trimestre, el PIB disminuyó 4,2% con relación al mismo período del año anterior y, a la vez, se contrajo 4% contra el primer trimestre de 2018. Así, el acumulado pasó de 3,9% (el primer trimestre había registrado un crecimiento de 3,9% interanual) a una caída de 0,5%, que continuará en el segundo semestre y redundará, tal como anunciaron desde el Gobierno, en una caída del PIB mayor a 2% en todo 2018.
El peso de la sequía volvió a ser fundamental y el el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura se contrajo 31,6% interanual. Por el otro lado, la estrella fue la intermediación financiera: creció 8,7%.
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Pero no todos los componentes de la demanda cayeron: por ejemplo, la inversión subió 3,1% interanual en el segundo trimestre y el consumo privado tuvo una alza módica de 0,3%. Los responsables de la caída fueron el consumo público (-2,1%) y las exportaciones (-7,5%).
