El Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que el PIB creció a una tasa anualizada del 4,2% en el segundo trimestre del año, una leve corrección frente al 4,1% de la estimación inicial. El incremento fue de 2,9% con relación al mismo período del año anterior. En el primer cuarto del año el PIB creció 2,2% y el tercero apunta a una suba de 3,1% según la consultora Macroeconomic Advisers por lo cual los analistas proyectan que 2018 terminará con un crecimiento superior al 3%.
Las discrepancias surgen sobre la posibilidad de que se sostengan estos porcentajes durante los próximos años. Es el objetivo de Donald Trump, pero la mayoría de los economistas entienden que será muy difícil de lograr dadas algunas restricciones estructurales de la economía estadounidense.
Todos los factores contribuyeron con la expansión de la producción en el segundo trimestre. Los gastos en consumos personales treparon 3,8% y es un dato clave porque representan dos tercios del producto. Por su parte, las inversiones de las empresas subieron 8,5% y hasta las exportaciones hicieron su aporte a la suba del PIB.
Todos los indicadores económicos conocidos recientemente muestran que la expansión sigue firme y que la Reserva Federal no tiene otro camino que el de subir las tasas en otras dos oportunidades antes de que termine el año. La primera será en la próxima reunión prevista para los días 25 y 26 de septiembre.
