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La meta fiscal de 2019 dependerá del crecimiento

Según Ecolatina, en un escenario en el que no repunte la actividad, el cumplimiento de la meta fiscal es muy difícil

27 agosto de 2018

Una de las metas acordadas con el FMI que más ruido genera es la meta fiscal de 2019. La desaceleración de los precios y el ajuste de los gastos del Estado en función de la inflación pasada (que ya todos la ven en la zona de 35%) complican mucho la tarea.

La consultora Ecolatina se hizo eco del ruido. “El cumplimiento del déficit primario de 2,7% del PIB para 2018 está encaminado”, aclaró sobre la meta fiscal del año en curso, pero señaló que “en cambio, hay dudas sobre la posibilidad de bajar significativamente el rojo primario en 2019 en un contexto de elecciones presidenciales”.

“Es que incluso apelando a la salvaguarda social, el Ejecutivo tiene que reducir el rojo primario a 1,5% del PIB. A priori el esfuerzo fiscal deberá ser muy importante por lo que no sorprende que el Gobierno de Mauricio Macri haya tenido que cambiar de opinión respecto a que todo el ajuste recaería sobre los gastos”, dijo el informe que aclaró que, recientemente, el Gobierno implementó varias medidas para apuntalar o no resignar ingresos fiscales (posponer cronograma de reducción retenciones a los derivados de la soja y la derogación del Fondo Federal Solidario).

Así, para Ecolatina, es posible cumplir la meta fiscal de 2019 si la economía se recupera y baja la inflación. “En un escenario optimista donde la actividad trepa 1,5% y la inflación se desacelera promediando una tasa del 29%, el esfuerzo fiscal necesario para bajar el déficit primario a 1,5% del PIB no es imposible”, señalaron y agregaron que “en este escenario los ingresos del sector público crecerían 30% anual y el gasto primario no podría trepar más que 23% anual, lo que equivale a un ajuste real de 4%”. Agregan: “A priori dicho recorte parece acotado, pero por movilidad automática 60% del gasto primario trepará casi 31% anual, lo que implica que los restantes erogaciones sólo podrán subir 12% anual, es decir, una caída del 13% en términos reales”.

No obstante, en el escenario adverso, donde la economía de 2019 sigue en recesión y la inflación no se desacelera, el panorama resulta oscuro. “En un escenario pesimista donde la recesión persiste (el PIB cae 1%) y la inflación no cede (promedia 36%), el esfuerzo fiscal necesario para cumplir con la meta fiscal es casi imposible”, señalaron desde Ecolatina y opinaron que “en este escenario los ingresos del sector público crecerían 31% anual (caída del 4% en términos reales) por lo que el gasto primario no podría trepar más que 24% anual, lo que equivale a un ajuste real del 9%”.

“Dicho recorte luce complejo de aplicar, ya que por movilidad automática 60% del gasto primario trepará cerca de 34% anual, lo que implica que los restantes erogaciones sólo podrán subir 9% anual, lo que implica una caída en términos reales del 20% anual”, aclararon desde la consultora.

El informe de Ecolatina concluyó: “La recuperación de la actividad será clave para cumplir la meta fiscal el año que viene. Sin embargo, la salida de la recesión no está garantizada: la política fiscal y la monetaria serán contractivas, nuestro principal socio comercial no logra estabilizarse y las turbulencias financieras internacionales arrecian. Ojalá que el clima permita, por lo menos, que la cosecha agrícola sea récord en 2019”.

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