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Analistas empiezan a hablar de overshooting del tipo de cambio

¿Cuál será el techo del dólar? Según los economistas, estaría cerca pero, por la incertidumbre, aún puede seguir subiendo

31 agosto de 2018

La suba del tipo de cambio, acelerada desde fines de abril y que escaló abruptamente en el tramo final de agosto, ha generado un intenso debate entre los economistas sobre qué valor puede actuar como “techo” para el tipo de cambio.

El término de moda por estas horas es el de overshooting del tipo de cambio. Se trata de un tecnicismo económico, acuñado por el economista alemán Rudi Dornsbuch en 1976 que refiere a movimientos exagerados del tipo de cambio nominal en momentos de crisis cambiaria, antes de alcanzar un nuevo valor de equilibrio. Considerando que la cotización del dólar tiende a ser más flexible que los precios generales de una economía, tras una depreciación “exagerada” de corto plazo, cabría esperar una cierta apreciación real hacia valores de equilibrio, a medida que los restantes precios, más rígidos, ajustan a la nueva situación. La serie de tipo de cambio real multilateral que publica diariamente el BCRA calcula que el valor de cierre del miércoles (138,8) adquiere valores similares a los de 2008-2009. Se trata de años en los que la cuenta corriente y la comercial resultaban superavitarias y el BCRA no precisaba desacumular reservas para mantener a raya el valor del dólar.

Si bien los datos del balance cambiario de julio difundidos la semana pasada por la autoridad monetaria mostraban aún resultados negativos (aunque en desaceleración) en el frente externo, muchos analistas consideran que los valores actuales del tipo de cambio son suficientes para cerrar esta brecha.

“Este nivel de dólar (sin sequía extrema) es de superávit externo ya. Veremos hasta donde va el overshooting”, señalaba el analista Juan Manuel Palacios. “El movimiento del tipo de cambio y los términos del intercambio actuales deberían sobrar para que el déficit de cuenta corriente desaparezca por completo, mientras que habrá que esperar un poco más para saber si la combinación entre tipo de cambio real y tasa de interés resulta suficiente para poner freno a la dolarización de portafolios”, coincide un informe difundido hoy de la firma SBS, que agrega que el tipo de cambio real se aproximó incluso a valores similares a los de la salida de la convertibilidad.

Otros cálculos

Si bien su utilidad es más limitada en un esquema de cambio flotante, un cálculo usual para evaluar teóricos valores de equilibrio del dólar, surge de calcular el dólar convertibilidad, dividiendo la base monetaria sobre las reservas internacionales. Con los últimos datos disponibles del informe diario del BCRA (hasta el miércoles 29), la base monetaria ampliada (BM + stock de Lebac, Leliq y pases) dividida sobre el stock de reservas da un tipo de cambio de $30,8 por dólar, muy por debajo del cierre del mayorista del miércoles. Sin embargo, varios analistas llegan a cálculos mucho más elevados (bien por encima de los $40) al considerar sólo las reservas netas (es decir, restando encajes y swaps) o utilizar definiciones más amplias de agregados monetarios, como el M3 privado, que incluye plazos fijos y títulos de deuda de corto plazo, entre otros instrumentos relativamente líquidos.

“El objetivo hoy es tratar de entender a partir de qué valores se puede hablar de overshooting del tipo de cambio”, explican desde Quinquela Asset Management, en un informe enviado a sus clientes. “El nivel de $38,50 por dólar resulta, en términos reales, 5,5% superior al promedio del período 2008-2011, es decir, la primera gestión de CFK. En tanto el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) tuvo niveles de tipo de cambio reales que a valores de hoy serían de $43. En ambos períodos la Cuenta Corriente resultó superavitaria. En ese marco entendemos que valores de $43 o superiores se pueden considerar una sobrerreacción del mercado porque no se han registrado períodos en los que se sostengan esas cifras de tipo de cambio real”, concluye el informe.

Martín Alfie (Radar) coincide en el diagnóstico de sobrerreacción cambiaria, pero advierte que, aun así, “es peligroso dejar que el dólar valga lo que tenga que valer” porque “puede espiralizarse y terminar muy arriba, acelerando la inflación a niveles elevadísimos”.

Así las cosas, los analistas observan un tipo de cambio real que debería ser suficiente para cerrar el déficit externo, pero en un marco de dudas muy acentuado sobre el panorama político y el Programa Financiero 2018-2019 del Gobierno, que podría mantener la volatilidad e incluso continuar temporalmente la tendencia al alza del tipo de cambio si no se reciben señales claras que restablezcan la confianza. Un auténtico overshooting, que el BCRA deberá evitar que se espiralice.

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