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Agosto cierra calentito y la inflación tiene un piso de 3,5%

Los precios se recalentaron por la devaluación y las tarifas y el alivio, si se calma el “billete”, recién llegaría en noviembre

28 agosto de 2018

Por Juan Manuel Antonietta 

La inflación no cede. En rigor, se acelera. A tal punto, que la consultora Elypsis ya estima una inflación de 4% para agosto. Así, estaríamos ante el mayor guarismo desde mayo de 2016 cuando el IPC CABA arrojó 5% (en ese momento el Indec no daba estadísticas de inflación por el proceso de reconstrucción del organismo).

En este difícil escenario, las proyecciones de inflación continúan al alza en un 2018 olvidable. La primera meta de 10%, dejada a un lado tras el 28D; la nueva meta del 15%; el desafío del Gobierno de que no sea más de 20% y, tras la “tormenta”, la banda externa del 32%, ya fueron todas desechadas. Ahora las consultoras marcan que la inflación de este año será de más del 34%.

De esta manera, ya se descuenta que se le pedirá un waiver al FMI por la meta de inflación. De todas maneras, los analistas coinciden en que la meta más observada es la fiscal y en esa el Gobierno marcha bien encaminado (cuanto menos, en 2018).

Agosto caliente

El aumento del tipo de cambio dejó un piso alto para la inflación de agosto. Para Federico Furiase (Eco Go), habrá un impacto directo de 1,2% por subas en naftas, prepagas, electricidad y transporte, además de alimentos, que dejó en julio un arrastre de 1,1%. “Encima tuvimos otro shock cambiario, con lo cual el aumento de precios lo estimamos en torno a 3,5% mensual en agosto”, señaló. En consonancia con el profesor de la maestría en Finanzas de la UTDT, Fausto Spotorno indicó que proyectan la inflación de agosto entre 3,2% y 3,5%, pero que “con la revisión de la última semana puede ser aún peor” y aclaró que hay 1% de impacto directo, producto de las subas de regulados.

“La inflación recién se calmaría, si se tranquiliza el dólar, en noviembre, y podría estar debajo de 2%”, opinó Zelpo

Para la consultora Elypsis, los números van a ser aún peores. “Lamentablemente, la inflación nos está dando cerca del 4%, ya que sólo regulados arroja una suba de 6% que da poco margen para alejarse de ese valor proyectado”, explicó, en diálogo con El Economista, Gabriel Zelpo, economista jefe. La consultora Ecolatina es la que está proyectando los números más “alentadores”: para ellos, la inflación de agosto sería de “sólo” 3,1%.

Y se viene más calor

“La inflación núcleo puede desacelerarse un poco, pero hay aumentos programados para todos los meses, excepto noviembre”, señaló Spotorno. Por su parte, Zelpo coincide en que el calendario de regulados es complicado, a lo que se le sumará una inflación núcleo, que continuará alejada de la trayectoria que venía mostrando. “La inflación recién se calmaría, si se tranquiliza el dólar, en noviembre, cuando podría estar debajo del 2%”, opinó el economista en jefe de Elypsis.

Según Furiase, el futuro de la inflación dependerá de la suba de tarifas, la posible reapertura de paritarias y si el BCRA mantendrá el sesgo contractivo. Para Damián Di Pace (Focus Market), “es muy difícil esperar una desinflación de precios de acá a fin de año porque hay variables que no serán constantes como el tipo de cambio para el cual el mercado espera una mayor devaluación, los costos acumulados que aún no han sido derivados a precios minoristas y a eso le debemos sumar los efectos del aumento próximo de los precios regulados de servicios públicos entre otros”.

Perdón, Christine

Así la cota externa de la banda de inflación negociada con el FMI (32%) no se cumplirá y el Gobierno deberá sentarse a hablar con el board del organismo internacional. Desde Ferreres creen que la inflación de 2018 cerrará entre 35% y 36%. Un guarismo parecido a la estimación de Elypsis de 34%, que Zelpo explicó que probablemente revisen al alza tras los malos resultados de agosto.

“En este contexto de inestabilidad financiera, desarme acelerado de Lebac y flotación cambiaria esperamos que la inflación cierre 2018 en 34%”, explicó Furiase, que opina que esa será la variable de ajuste. Di Pace opina que es muy difícil tener precisión sobre en cuanto cerrará la inflación a fin de año, pero que “cualquier ascenso hacia 35% y hasta 40% hoy ya no suena desmedido”.

Para Spotorno, el FMI va a aceptar el waiver del Gobierno: “La meta inflacionaria era contradictoria y débil ya que estaba atada por ejemplo a la prohibición de vender dólares, generando ciertas inconsistencias”. Para el director del Centro de Estudios Económicos de OJF, la fiscal es la meta clave. En sintonía, Zelpo concluyó: “La meta más importante es la fiscal porque es donde hay más margen de acción y allí se está avanzando de forma positiva”.

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