Desde que se fracturara la CGT en 2011 y Hugo Moyano decidiera alejarse del esquema de aliados del kirchnerismo en el poder, Camioneros y la UOM caminaron en veredas opuestas. Precisamente, Moyano padre encabezó la llamada CGT opositora y Antonio Caló, de los metalúrgicos, tuvo a su cargo la CGT Azopardo. Esa distancia también atravesó la relación entre los Moyano y uno de los dirigentes de peso de la UOM: Francisco “Barba” Gutiérrez, que se acrecentó desde 2016, pero tiene antecedentes en la “municipalización” de la recolección de residuos, cuando el dirigente se desempeñó como intendente de Quilmes. Ayer, sin embargo, Pablo Moyano recibió a Gutiérrez e hicieron las paces, con la disputa por la CGT como trasfondo.
De hecho, hoy se reúne el consejo directivo de la central y, según trascendió, se postergarán las definiciones más allá del 22 de agosto, la fecha fijada para elegir la nueva conducción. Los “gordos” e “independientes” son los más propensos a extender la indefinición y mantener el triunvirato por un tiempo. Los Moyano y la Corriente Federal del bancario Sergio Palazzo, en tanto, quieren apurar los tiempos o, por lo menos, que se respeten los pautados. Con ese objetivo buscan aliados. La UOM sería uno de los gremios importantes que avalaría ese pedido. A los que se sumarían el Movimiento de Acción Sindical Argentino y gremios como Smata, Peones de Taxis y la Unión Ferroviaria.
