La imagen positiva de la gestión del Gobierno sigue en baja y tocó un mínimo de 36% en junio, es decir, cayó 20 puntos desde octubre de 2017, un derrumbe que nadie preveía luego de la victoria en las elecciones legislativas. Pero, como dijo el Presidente, pasaron casos.
Según la encuesta de D'Alessio IROL y Berenztein, sin embargo, no todo está perdido para Cambiemos. A continuación, otros datos relevantes de su trabajo de opinión pública.
Los sucesos económicos recientes acentuaron la crítica del presente y el pesimismo hacia el futuro.
Los votantes del actual Gobierno sienten que aún no recibieron lo que esperaban, pero mantienen su confianza en la gestión.
Pese a la leve caída en junio, siguen vigentes los proyectos personales que implican dinero y la intención de afrontarlos con ingresos propios y el apoyo de las tarjetas.
Inflación e inseguridad continúan siendo los temas preocupantes más recurrentes. Muestran interés por la corrupción, con foco en el pasado o el presente según posicionamiento político. Mientras los electores de Cambiemos sostienen reclamos por movilizaciones/piquetes y subsidios indiscriminados, los votantes del FpV hacen mayor hincapié en la economía cotidiana: tarifas, desempleo y deudas.
El acuerdo con el FMI no sería un motivo de celebración. Se trataría de una mala decisión a rechazar (según opositores) o de un mal necesario para evitar una crisis, y todo el arco político debería acompañar (según oficialistas).
Cae la imagen de las principales figuras políticas en el último mes. De todas maneras, los dirigentes de Cambiemos (encabezados por Maria E. Vidal, Lilita Carrió y el propio Mauricio Macri) conservan una distancia significativa sobre los opositores.
