Hace poco más de un mes que se formalizaron las negociaciones entre el PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo en la Ciudad de Buenos Aires para que se conforme Cambiemos en ese distrito, el único en el que no se ha constituido la alianza que llevó a Mauricio Macri a la presidencia de la Nación. El diálogo ya tuvo varios capítulos, con negociaciones y encuentros varios entre dirigentes y apoderados. Y podría tener novedades en los próximos días.
No obstante, en el radicalismo porteño exigen mayor compromiso por parte del macrismo. Por ejemplo, que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, participe de los encuentros. Pero también que manifiesten por medio de un escrito la voluntad de alcanzar un acuerdo con el partido que, en la ciudad de Buenos Aires, impulsa la candidatura del diputado nacional y exembajador en Estados Unidos, Martín Lousteau.
Hace unas semanas, El Economista contó las condiciones que había manifestado el radicalismo en uno de los encuentros preliminares. Exigían, que se respeten las diferencias. Por ejemplo, diferencias en proyectos concretos en la Legislatura porteña, donde Vamos Juntos tiene en Evolución Radical a un bloque opositor. La reforma educativa que propone la creación de Unicaba o la reforma al Código Electoral son algunos puntos de disidencia entre los espacios.
El radicalismo también pretende que las candidaturas se definan realizando primarias abiertas. La falta de acuerdo para habilitar internas fue lo que determinó, en los últimos dos comicios, que Cambiemos no se pudiera formar en la Ciudad de Buenos Aires. En el oficialismo esperan, con la conformación del frente electoral, que no se complique la reelección del jefe de Gobierno, como sucedió con la votación de 2015, cuando Rodríguez Larreta tuvo que disputar un reñido balotaje con Lousteau. Mientras que el radicalismo espera, con el acuerdo, ampliar su representación parlamentario. A nivel nacional, pero sobre todo en la Legislatura local.
El radicalismo forma parte del bloque Suma+, que comparten con el espacio de Lousteau. Este bloque fue clave para que el Gobierno de Rodríguez Larreta ampliase su mayoría en la última votación: la que permitiría privatizar el espacio conocido como El Dorrego. De todos modos, en el radicalismo no ven una integración de los bloques, aun si se llega al esperado acuerdo. Por lo menos, en lo inmediato.
