El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 24°C

El mercado no responde a las señales del FMI

Por tiempo y montos, la negociación con el FMI fue un éxito, ¿pero por qué la reacción del mercado no fue tan entusiasta?

13 junio de 2018

Por Guido Lorenzo ACM

Hubo dos datos alentadores de la negociación con el FMI. El primero de ellos es la velocidad en que se gestionó el préstamo. El apoyo de la comunidad financiera y la política internacional pudieron haber hecho que un préstamo Stand By, que suele demorar al menos dos meses, se pudo anunciar en apenas cuatro semanas. Lo segundo, y quizás más importante, es el monto del préstamo: US$ 50.000 millones, 1.110% la cuota de Argentina. Sin dudas, la negociación fue un éxito.

Si esto es así, la pregunta que prevalece es por qué la reacción del mercado no fue tan entusiasta como el anuncio. Repasando. Con semejante oferta potencial de dólares, la divisa escaló 4% en dos días de rueda y obligó al BCRA a intervenir nuevamente en el mercado de cambios. Los bonos en dólares, que son los que en parte reflejan en su rendimiento la capacidad de repago de la deuda, se vieron desfavorecidos o tímidamente revirtieron la caída que dejó la corrida de abril y mayo pasado y el mercado de renta variable en dólares sigue sin tomar impulso, quizás a la espera de la decisión de MSCI. Sumado a esto, aún no se conocen las proyecciones de crecimiento relevadas por el BCRA en el REM, pero las que sí se conocieron fueron las de la agencia Fitch, que recortó de 2,6% a 1,3% el crecimiento estimado para 2018. Incluso, cuando ya se sabía que el acuerdo era por un monto importante, el REM respondió que en 2018 habrá recesión durante los segundo y tercer trimestres y recortó el crecimiento para 2019 en un punto (llevándolo a 2,2%), cuando el financiamiento estaría asegurado.

Una primera aproximación, entusiasta, es que todavía no se conoce la letra chica del acuerdo. Cuando esto se produzca y sea digerido, todo va a reflotar. Respecto a este punto, las condicionalidades del FMI parecen más o menos las previstas y anunciadas en la conferencia de prensa del jueves pasado. Las metas de inflación y la meta fiscal sorprendieron, incluso, para bien. Son ambiciosas, pero no tanto como algunos esperaban. El 1,5% (utilizando la salvaguarda de 0,2 punto) de meta fiscal para 2019 no es inalcanzable y, de hecho, tiene la tónica gradualista que el Ejecutivo quería mostrar. Por otro lado, una meta intermedia de inflación del 22% para junio del 2019, cuando la inflación interanual actualmente ronda el 26%, no es algo imposible. Son desafiantes, pero no exorbitantes. A esto se podría sumar una meta de acumulación de reservas internacionales que, entonces sí, sería un poco más desafiante, dado que se estaría poniendo además un objetivo de tipo de cambio implícitamente.

La segunda aproximación sería que el monto, si bien es alto, no es suficiente. Siendo optimistas con los refinanciamientos de 2018, existe un shortfall del equivalente a US$ 7.000 millones que se suman a las necesidades brutas de financiamiento 2019: US$ 40.000 millones. La clave creo que se encuentra aquí. Los US$ 50.000 millones no alcanzan para refinanciar la deuda, acumular reservas y sanear la hoja de balance del BCRA. Simplemente no alcanza sin acceso a mercado. Las necesidades son altas en 2019 y el saneamiento de la hoja de balance del BCRA implica cancelar adelantos transitorios por US$ 25.000 millones, como detalló el BCRA en el documento técnico de fortalecimiento del régimen de metas de inflación.

Claro, no todo saldría del programa con el FMI, pero colocar deuda de Argentina en los mercados internacionales no es tarea fácil. Los fondos del exterior, por un lado, están embuchados de deuda de nuestro país y, por otro lado, en el mundo se escuchan historias. La historia actual es que Argentina y Turquía son países vulnerables a la reducción de la liquidez mundial y que los países emergentes en general no tendrán un buen desempeño. Por lo tanto, los activos locales son castigados y pierden atractivo. Incluso la renovación de Letes del Tesoro, que en todos los programas financieros presentados se asume que el rollover no será un problema, hoy en día se ha transformado en un test para el Tesoro.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés