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El Fisco gana con la devaluación inflacionaria

En un contexto de aceleración inflacionaria, como la actual, mejora la brecha fiscal

07 junio de 2018

Por Rodrigo Alvarez CEO de Analytica

El año pasado, en el momento en que todo parecía que nos encaminábamos por un sendero de desinflación, sostuvimos que era necesario indexar contratos para acelerar el proceso y evitar transferencias regresivas de recursos toda vez que los contratos demoraran en realizarse. Por ejemplo, cuando los salarios ajustaban por inflación presente, pero los alquileres por inflación pasada, por una demora en la baja de las expectativas. O cuando se generaban transferencias desde los deudores que tenían compromisos fijados a altas tasas hacia los acreedores. También advertimos que la generalización de la indexación equivalía a jugarse un pleno. Esto es porque la indexación acompaña la inercia, es decir, que colabora para reducir la inflación, pero también la acelera.

Si bien la indexación está prohibida por la Ley de Convertibilidad aún vigente, el sector público tiene “contratos” indexados. Esto se explica porque las prestaciones sociales (jubilaciones, AUH y programas sociales) ajustan, por ley, por inflación pasada. En tanto, la mayor parte de los ingresos (IVA y Ganancias) ajustan por inflación presente. En un contexto de desinflación el Fisco siempre se queda un poquito atrás porque los ingresos se desaceleran más rápido que los gastos. Sin embargo, en este contexto de aceleración inflacionaria, la dinámica es inversa y esto mejora la brecha fiscal. También ayudan las variaciones del tipo de cambio, ya que la recaudación ligada a las exportaciones e importaciones (impuestos aduaneros y retenciones) aumentan.

Es cierto que aumentan los gastos asociados al tipo de cambio (ahora menos que antes por la nueva Revisión Tarifaria Integral que ajusta el traslado de los costos de la energía por variaciones cambiarias), pero no entran dentro de la consolidación primaria ya que se corresponden a intereses. Ahora bien, si se comparara los intereses en dólares a pagar, vis-à-vis la mencionada recaudación ligada al sector externo, la ecuación mejora notablemente, dado los intereses denominados en moneda extranjera previstos para el resto del 2018: US$ 13.000 M. A modo de ejemplo, la recaudación por sector externo para el año pasado representó casi el doble.

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