El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca la línea de indigencia, saltó en mayo 4,8%, mientras que la Canasta Básica Total (CBT), que define la línea de pobreza, subió 3,2%, informó hoy el Indec. Así, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $18.833,55 para no caer en situación de pobreza y $7.473 para no ser indigente.
La CBT aumentó 12,9% en lo que va del año y 28,4% en los últimos doce meses. Mientras que la CBA avanzó 12,5% entre diciembre y mayo y 24,9% interanual.
Aún falta mucho para que se conozca la medición de pobreza e indigencia del primer semestre (será el 27 de septiembre), pero los especialistas coinciden en que la pérdida de poder adquisitivo en plena aceleración inflacionaria y el estancamiento del empleo golpearán a los sectores más vulnerables de la población e impulsarán un importante aumento de esas cifras.
La última medición, correspondiente al segundo semestre de 2017, arrojó que el 25,7% de los habitantes eran pobres, y entre ellos 4,6% eran indigentes. El Gobierno celebró esos números porque se ubicaron por debajo de la medición del segundo semestre del 2016, cuando el índice de pobreza era equivalente del 30,3%, y el nivel de indigencia se ubicaba en 6,1%.
