El Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA), que conduce Rodolfo Daer, firmó una paritaria del 24% en tres cuotas y con dos cláusula de revisión. El acuerdo incluye también una compensación del 1,5% por lo perdido en el convenio anterior, que estira la suba por encima del 25%. El Ministerio de Trabajo homologó ese porcentaje que, tras la paritaria de Camioneros en la misma línea, se perfila como la nueva pauta salarial 2018.
El entendimiento sellado esta mañana comprende un aumento del 12,2% en mayo, 11% en octubre y 7% enero, más dos cláusulas de revisión: una en el primer mes de 2019 y la otra en marzo. Así, el nuevo piso salarial para los 100.000 trabajadores del sector será de alrededor de $23.000.
"El acuerdo paritario que vamos a firmar es del 24%. No es lo ideal, es lo posible", dijo Daer en declaraciones a FM La Patriada en referencia a que ya ninguna consultora pronostica una inflación 2018 por debajo del 27%.
El Gobierno aceptaría sumar hasta 10% durante la reapertura de paritarias del segundo semestre
El exsecretario general de la CGT y hermano del triunviro Héctor Daer planteó que fue el "acuerdo posible" ya que "hacia adelante existe mucha incertidumbre porque vemos caída del consumo y baja de la producción, lo cual hará que baje la recaudación impositiva para que el Gobierno vuelva a ajustar". También dijo que esto ocurre a raíz del plan económico del Gobierno de Mauricio Macri, que "no apunta al desarrollo productivo sino que alimenta la especulación financiera".
Nueva pauta
El aval de la cartera que conduce Jorge Triaca al acuerdo muestra un giro oficial, que terminó de consolidarse luego del paro general del lunes pasado. En el Ejecutivo consideran "razonable" convalidar aumentos del 25% teniendo presente la nueva meta de inflación del 27% para este año. De esta manera, Trabajo aceptaría negociar hasta 10 puntos extra -para las convenios que cerraron en torno al 15%- durante las reaperturas de paritarias que comenzarán a darse en los próximos meses.
Con todo, y tal como publicó El Economista, los analistas coinciden en que 2018 será un año de caída del salario real y que el volumen de la pérdida de poder adquisitivo dependerá de la capacidad que tenga para pulsear cada gremio.
