Por Mariano Espina
“Por lo menos es consciente de los desafíos”, reconoció un influyente dirigente industrial, cercano al peronismo, tras los cuarenta y cinco minutos que María Eugenia Vidal tuvo este mediodía frente a un sector del círculo rojo, representado en los socios del Rotary Club. La base del mensaje de la gobernadora bonaerense tuvo algo de autocrítica y de reconocimiento de que aún es mucho lo que les falta en la gestión. “Los argentinos siguen queriendo un cambio, yo sigo diciendo que se puede”, afirmó Vidal, entre cálidos aplausos.
La crisis financiera que profundizó la caída en la imagen del presidente Mauricio Macri, pero que también arrastró a la gobernadora y que empuja ahora a una fuerte reducción del gasto, golpeó en las administraciones y los obligó a rever algunas de las metas oficiales. “Es probable que Argentina y la provincia de Buenos Aires esté lejos de la esperanza de 2015”, reconoció Vidal y aseguró que “es parte del aprendizaje saber que va a llevar tiempo, pero no hay que perder el norte de que seguimos estando en el mejor camino posible”.
Pero la gobernadora no gastó más minutos en lamentos y rápido incorporó el tono electoral, disparando contra el exgobernador Daniel Scioli y contra la oposición, remarcando datos de gestión. Por caso, dijo que “en estos dos años hay más detenidos por narcotráfico que en los nueve años anteriores”. Contó también que cuando finalice su mandato en 2019, se van a haber realizado 40% más de obras que en los dos períodos anteriores.
“Los argentinos siguen queriendo un cambio, yo sigo diciendo que se puede”
El tono electoral incluyó un respaldo a Macri, que según Vidal, “el año que viene va a reelegir”, ratificando la estrategia de repetir las fórmulas del 2015. Consultada sobre Elisa Carrió, aseguró que la relación es “muy buena”. Dijo que la diputada de la Coalición Cívica fue una inspiración por la función que tuvo como mujer en la política y la asimiló con la dirigente del GEN Margarita Stolbizer, en un nuevo centro para sumar a la excompañera de fórmula de Sergio Massa, que continúa caminando el llano sin encontrar espacio para competir.
La demanda mediática le exigió a la gobernadora una opinión sobre el proyecto tarifario impulsado por el peronismo que hoy podría recibir la sanción definitiva del Senado. Sobre este tema, apuntó: “La ley no va a cambiar en nada la situación de los argentinos que están en dificultad frente a las tarifas”. Confirmó, a su vez, que la ley será vetada entre mañana y pasado. Es decir, Macri aprovechará su paso por Salta y Santiago del Estero, gobernada por la oposición, para dar el anuncio.
Destacó además la reducción de impuestos provinciales en las tarifas de los servicios públicos, que en algunos casos alcanza al 10%. Esa iniciativa avanza en la legislatura provincial, ya se aprobó en el Senado y resta la sanción en Diputados, en la que el oficialismo necesita del acompañamiento opositor.
Vidal se distanció de la estrategia de Macri de querer pegar al peronismo dialoguista con el kirchnerista y aseguró que la resistencia a este proyecto la ofrece el bloque de Unidad Ciudadana y protegió a la bancada PJ “unidad y renovación” que responde a los intendentes peronistas, de los que espera el apoyo para el debate parlamentario.
