El peso argentino y otras monedas emergentes que se devaluaron en las últimas semanas recibirán un poco de alivio desde el exterior porque el rally alcista del dólar contra el resto de las monedas estaría llegando a su fin según la visión predominante en Wall Street.
La moneda estadounidense tuvo una suba abrupta desde mediados de abril, sólo comprable a la que se registró luego del triunfo de Donald Trump, que duró hasta la semana pasada pero, desde entonces, tiende a estabilizarse.
Los motivos para que el dólar no siga trepando son que la tasa de inflación sigue siendo moderada en Estados Unidos y eso acota la suba de la tasa de interés. Para los economistas de Morgan Stanley, el dólar volverá a tener una tendencia bajista por factores estructurales como son los déficits gemelos que presenta la mayor economía del mundo. Siempre que esos desequilibrios se agudizaron, el dólar retrocedió. Otros economistas también apuntan a que el buen desempeño de otras economías y los conflictos comerciales también apuntan a debilitar a la moneda estadounidense.
Según el índice Bloomberg, el dólar se ubicó en los últimos días en torno a 92,5 puntos mientras que a mediados de abril estaba en 89,5 puntos. Eso da una idea de la magnitud de la suba, pero muchos analistas de Wall Street sostienen que volverá a colocarse debajo de 90 puntos en el segundo semestre.
Además, el dólar actual no es el más alto de los últimos años. Cuando asumió Mauricio Macri, en diciembre de 2015, el índice Bloomberg estaba en 97,5 puntos y trepó hasta 103 puntos a fines de 2016 para luego comenzar un descenso que le hizo perder mucho valor durante 2017 hasta la suba que comenzó a mediados del mes pasado. Sin embargo, según Morgan Stanley, ING y otras instituciones financieras, pronto retomará su tendencia bajista.
