La disminución en la producción mundial de vinos se presenta como un escenario favorable para las exportaciones argentinas. Al respecto, Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro y gerente general de Acovi, estimó que las ventas al exterior podrían alcanzar US$ 1.000 millones al año si se superan las restricciones arancelarias.
"La coyuntura es espectacular, por eso necesitamos instrumentos competitivos porque ya nos quieren comprar. Si logramos que la producción a granel sea competitiva, vamos a tener una oportunidad muy buena porque nosotros tenemos vino y el mundo no", señaló Iannizzotto a Télam.
Recuperar posición
Según el informe final de cosecha 2018 realizado por el Observatorio de Acovi, la recolección de uvas destinadas a la producción de vinos alcanzaría los 24,5 mill/qq, frente a los 19,6 mill/qq de 2017. Esta recuperación lo ubica próximo al promedio de las mejores cosecha del país, y a su vez, mientras que hay una reducción de la producción de vinos a nivel mundial, considerada como la más baja de los últimos sesenta años. En este sentido, cabe recordar que durante 2011/12, las exportaciones argentinas representaban el 4,2% de comercialización y ahora, el 2%, por lo que habría que volver al ruedo.
Ante la demanda internacional de países productores, Iannizzotto puntualizó la necesidad, no solo de la obtención de competitividad, sino también de la discusión arancelaria para la entrada de vino argentino con los potenciales compradores.
