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Economistas coinciden: habrá más inflación y menos actividad

Según Ecolatina, por ejemplo, los precios subirán 24% (casi igual que en 2017) y el PIB crecerá "por debajo de 2%"

07 mayo de 2018

Por Mariano Cúparo Ortiz

Ya se sabe de qué se trata un típico cambio de escenario económico generado por una crisis cambiaria: no es novedad y se vivió muchas veces. Por estos días varios analistas confirman algunas de las previsiones tan conocidas como temidas: la suba del dólar repercutirá en los precios, pondrá en el freezer a la desaceleración inflacionaria que se esperaba para mayo-junio y eso pegará en el consumo y la actividad. A ese combo habrá que sumarle los efectos que tendrán sobre la actividad los remedios planteados por Hacienda y el BCRA durante la mañana del viernes. La suba de tasas y el ajuste del gasto público (especialmente en la obra pública) también pegarán.

Los escenarios son conocidos y predecibles para la economía local porque hay un problema estructural de divisas y las crisis se repiten. Así, tanto los analistas privados como el propio Gobierno fueron adelantando lo que se viene. En la misma conferencia de prensa del viernes el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne admitió que algunos de los remedios pegarán: “No sería serio si dijera que la suba de tasas no afecta el nivel de actividad”.

Afectarán

En esa misma línea, desde Ecolatina publicaron un informe sobre los impactos inflacionarios y contractivos que ocasionarán aparejados tanto la crisis de divisas como las medidas oficiales para superarla. En ese sentido, informó una suba en sus expectativas inflacionarias, movimiento similar al que informó, por ejemplo, otra consultora como Elypsis al ser consultada por El Economista.

“La reciente suba del dólar repercutirá en la economía local, tanto en el plano nominal (inflación) como en el real. Por esto, corregimos la estimación de inflación para 2018 a la zona de 24%, siempre y cuando no haya nuevas sorpresas cambiarias”, sostuvo Ecolatina acerca de la enfermedad en sí. Y sobre el remedio (el compromiso de Hacienda de achicar el rojo fiscal a 2,7%, con la finalidad de atraer dólares financieros y achicar importaciones mediante el freno de la economía) afirmó: “Tanto el encarecimiento del crédito como la necesidad de intensificar la reducción del déficit -en buena medida vía moderación de la obra pública- afectará la actividad, que crecería por debajo del 2%, producto del arrastre estadístico”.

Dos lecturas se contraponen en los análisis: la devaluación es contractiva porque afecta al consumo. La suba de tasas también porque afecta al crédito pyme (desde CAME lanzaron un informe que afirmó: “A las pyme nos preocupa la tasa”). Pero a la vez si la tasa logra frenar la corrida se podrá decir que su efecto habrá frenado la contracción.

Nuevo escenario

Hasta acá la lectura más dura acerca de las consecuencias potenciales de corto plazo de la crisis cambiaria iniciada en mayo había sido la de la economista Fernanda Vallejos, quien predijo una inflación de hasta 46%. El segundo puesto posiblemente haya quedado para el director de Macroview, Pablo Goldin, quien en El Economista TV opinó: “Antes del corcoveo cambiario yo pensaba en una tasa de inflación muy parecida a la del año pasado. Más cerca de 25% que de 20%. Y una actividad también parecida a la del año pasado: cerca de 2,5%. De ahora en más creo que si estuviese del otro lado del mostrador firmaría una inflación por debajo de 30% y que la actividad por lo menos suba”.

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