Un informe del Idesa, difundido ayer en el marco del Día del Trabajador, señaló que la mitad de los trabajadores no acceden a un empleo formal: 49% de los trabajadores tiene un trabajo no registrado, trabaja como cuentapropista, en un empleo sin salario o realiza trabajo doméstico remunerado.
El informe repasa los principales datos del mercado de trabajo en base a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del tercer trimestre de 2017. En Argentina, actualmente el desempleo es de 8%, la tasa de actividad de 46%, la tasa de empleo de 44% y la tasa de informalidad de 34%. Si bien esta situación es mejor a períodos anteriores, dice Idesa, todavía no hay un acceso generalizado a empleos formales.
La pobreza y el desempleo
Idesa encontró que las personas con menores ingresos son las más afectadas por las disparidades del mercado laboral. Entre los individuos que están sobre la línea de pobreza, sólo 0,5 de 10 se encuentra desempleado, 3 de cada 10 son informales y 40% de
ellos no tienen ni se encuentran buscando trabajo.
En cambio, entre las personas que están por debajo de la línea de pobreza, el número de desempleados se incrementa hasta el 20%, 7 de cada 10 pobres son trabajadores informales y 55% no tienen ni se encuentran buscando trabajo. Esto se debe a lo que se conoce como “efecto desaliento”: las personas dejan de buscar trabajo por la desmotivación que genera buscarlo y no encontrarlo o por haberse quedado sin recursos para seguir buscando.
El informe del instituto señaló que de las personas por encima de la línea de la pobreza, 54% son asalariados registrados, 22% trabajadores independientes, 18% asalariados no registrados y 6% servicio doméstico. En cambio, el trabajo no registrado entre los pobres es 33%, el cuentapropismo 31%, 14% servicio doméstico y sólo el 20% es asalariado registrado.
Así, los ingresos promedio de trabajadores de hogares no pobres son de $15.058 mientras que el ingreso promedio de los trabajadores pobres es de $10.055, una brecha salarial de 33%.
Minorías desfavorecidas
El informe recoge la situación de las mujeres en el mercado laboral. Mientras que 91% de los varones participan del mercado laboral, sólo 81% de las mujeres participan y con la llegada del primer hijo ese número baja hasta 66%. Además, como consecuencia de la desproporción en la asignación de las tareas domésticas, las mujeres trabajan 34 horas semanales y los varones 40.
El instituto aclara que 98% de los trabajadores que se dedican al servicio doméstico son mujeres, uno de los rubros en los cuales
el empleo es menos estable y formal. Así, según los datos del tercer trimestre de la EPH, por cada $100 que ganan los hombres,
$75 sólo ganan las mujeres.
Además de las mujeres, los jóvenes de entre 15 y 24 años también se encuentran particularmente desfavorecidos. El 20% de estos son desempleados, y 60% trabaja en empleos informales. El 19% por su parte, ni trabaja ni estudia, en contraposición con 9% que estudia y trabaja. De está población, 51% sólo estudia y 22% sólo trabaja.
Los desafíos
Para combatir estas desigualdades, Idesa explicó que “se deben eliminar problemas endémicos asociados a instituciones laborales
vetustas” y detalló que “altas cargas sociales en los asalariados de bajos ingresos y las regulaciones complejas y litigiosas impiden el acceso de las personas más vulnerables a trabajos decentes”.
Para solucionar la brecha de género, el informe propone que las mujeres puedan acceder a guarderías de tiempo completo, flexibilidad de la jornada laboral, trabajo a distancia, a una redefinición de las reglas previsionales compensando la falta de aportes causadas por la maternidad. Idesa concluyó sobre los jóvenes: “Necesitan de formación para el trabajo en la educación formal de nivel medio y de reformas tributarias y laborales para facilitar e incentivar el empleo de ellos”.
