Por Mariano Espina
Alfredo Cornejo habla bajito. También largo y pausado. El gobernador de Mendoza y presidente del Comité Nacional de la UCR exhibe parsimonia. Pero en esa calma, dispara. Hoy, ante los socios del Rotary Club en el Hotel Sheraton de la avenida Córdoba, Cornejo definió quiénes son los adversarios internos del radicalismo dentro de Cambiemos. Jaime Duran Barba, Juan José Aranguren y Elisa Carrió, entre otros.
Aseguró que los principales problemas en los que se encuentra sumergido el Gobierno de Cambiemos no son económicos sino políticos, y una de las causas es por haber marginado al radicalismo de las instancias de diálogo. Enumeró distintas situaciones en las que se opone a la linea oficial: los mensajes de esperanza en la campaña, los aumentos en las tarifas y las críticas al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Es la estrategia del mendocino para reclamar más espacio en los ámbitos de poder en favor de la UCR. Prolongó su estadía en la ciudad de Buenos Aires para reunir a todos los correligionarios que se desempeñen como funcionarios nacionales mientras define fecha para reunir al Comité Nacional.
Desde que asumió, Cornejo colocó al ministro de Energía y Minería, Aranguren, como el principal blanco de críticas radical. Primero por la venta de las acciones del Estado en Transener. Ahora por los aumentos pautados en las tarifas de gas. El radical sostiene que en este rubro no ha existido gradualismo por parte del Ejecutivo y que esa postura impactará fuerte en las provincias del centro del país, incluida Mendoza. Propuso la semana pasada ante Marcos Peña que el Gobierno revalúe la medida y considere moderar los aumentos, advirtiendo sobre el conflicto político que esto puede generar. La respuesta habría sido negativa.
Desde que asumió, Cornejo colocó a Aranguren como el principal blanco de críticas del radicalismo
Sobre el trato con Aranguren, dijo: “Un ministro que explica el aumento de tarifas con mucha racionalidad pero que a la vez dice que no traerá su dinero al país hasta que no tenga credibilidad el programa económico, no hace bien al objetivo de salir del populismo”. Agregó que con Aranguren no existe diálogo, “reuniones muchas, pero diálogo es interacción, y no ha existido eso con el ministro, no lo he visto nunca ceder, hasta que la Justicia o el Congreso lo obliga, generándole problemas al Gobierno”.
Consultado por las calificaciones de Carrió a Lorenzetti, al que acusó de mafioso, Cornejo dijo que es poco serio, que no le consta, y que, asegurar que un presidente de la Corte es mafioso, es “gravísimo”. “No me parece serio que estemos con estos bombazos cuando queremos dar certidumbre al país”, agregó.
En más de una oportunidad Cornejo se refirió a Cambiemos como una “coalición de Gobierno”. Y sobre el rol de la UCR en esta coalición, dijo: “Me excluí públicamente a ser candidato a vicepresidente, pero sí defiendo el concepto, el Gobierno debe tener más amplitud en las deliberaciones de los principales temas del país, porque a Cambiemos no le sobra nada”. Sobre candidaturas, aseguró que “el criterio general es tener una figura que sea la mejor de todas, la que más mida”.
