El Economista - 70 años
Versión digital

mie 24 Abr

BUE 11°C

Sangría de dólares e importaciones, ¿otra pata floja del modelo?

De manera generalizada, se señala al frente externo como el punto débil del actual esquema económico

01 marzo de 2018

Por Matías Rajnerman Coordinador de Análisis Económico de Ecolatina

De manera generalizada, se señala al frente externo como el punto débil del actual esquema económico: para que el “gradualismo” financiado con endeudamiento externo funcione, debe haber una gran cantidad de dólares disponibles. Como corolario, suele afirmarse que el atraso cambiario combinado con apertura comercial, no sólo es nocivo para la industria local, sino también para la sustentabilidad del modelo producto de la sangría de dólares que provoca.

Si bien la primera afirmación es cierta (para ello, alcanza con ver el desempeño de los sectores manufactureros trabajointensivos en los últimos dos años) la segunda puede ser puesta en duda. Asimismo, corresponde cuestionarse si existe otra alternativa al atraso cambiario con una flexibilización del comercio exterior, en el marco de un proceso de ajuste gradual financiado con endeudamiento externo.

Respecto de esta última afirmación, en la profesión existe cierto consenso acerca de que el dólar barato es el resultado del proceso de endeudamiento externo combinado con la actual política monetaria dura (tasa de interés elevada). Sin embargo, está menos difundido que el atraso cambiario es la única variable que concilia, simultáneamente y en el corto plazo, los objetivos económicos prioritarios del Ejecutivo: crecimiento económico y reducción de la inflación y del déficit fiscal. Asimismo, dado que se contrajo una porción considerable de deuda en divisas, una depreciación real del peso deteriorará la hoja de balance del Tesoro. Por lo tanto, el dólar barato no es sólo una consecuencia de financiar en dólares un gasto que se hace en Pesos, sino además una herramienta de política.

La apertura comercial también responde al esquema de financiamiento externo. La disponibilidad del crédito y su costo se rigen por un esquema de beauty contest, donde cada juez no tiene que elegir a la persona más atractiva para sí mismo, sino la que más le gustará a la mayoría. Trazado el paralelismo, en el contexto actual las decisiones de política económica deben apuntar a qué seducirá más a los inversores externos. De este modo, se reducen los grados de libertad de la política económica local.

Por último, aparece la salida de dólares que provoca el actual déficit comercial. Por este lado, los temores poseen menos fundamentos empíricos. Producto del avance en las importaciones de bienes de capital, que suelen pagarse a plazo, la compra de divisas en el MULC está retrocediendo (medida como porcentaje del total importado). Concretamente, el cociente compra de divisas por mercancías sobre importaciones totales pasó de rozar el 95% en el promedio 2012-2015 a menos de 90% en 2016 y a casi 80% en 2017. Por lo tanto, que el dólar barato se use parcialmente para financiar una mejora de la productividad, además de ser una buena noticia, implica un virtual relajamiento transitorio de la restricción externa, aportando a la propia sustentabilidad del actual esquema económico.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés