“Me gustaría que un radical sea vicepresidente”. Esto dijo fue el gobernador Alfredo Cornejo ante la prensa en la Casa de Gobierno mendocina. Para Cornejo, esa opción es preferible a la posibilidad de una reedición de las primarias, con competencia al interior de Cambiemos, como sucedió en 2015. Rumores en la Fiesta de la Vendimia, de la que fue anfitrión, lo ubicaban como posible integrante de esa fórmula eventual. Cornejo tomó distancia de la posibilidad, pero sí pidió para que ese puesto sea para un radical.
El gobernador pasó un fin de semana de mucho protagonismo en la Fiesta de la Vendimia que reúne anualmente, en su provincia, a varias de las principales figuras de la política nacional. El jefe de Gabinete, Marcos Peña y mandatarios provinciales como Gerardo Morales (Jujuy), Sergio Uñac (San Juan) y Juan Manuel Urtubey (Salta) estuvieron entre los presentes. Cornejo también se refirió a los fondos que recibirá la provincia de Buenos Aires, gobernada por María Eugenia Vidal, en compensación por los que ya no recibe del Fondo del Conurbano. Para Cornejo es una “exageración”.
Pero fue más allá: “y más si no demuestra en su administración que está dispuesta a mejorar su calidad de gestión”, dijo, en una declaración que hizo ruido. En un tono crítico, aseguró también que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, debería haber renunciado tras el escándalo por las designaciones en el SOMU, y sostuvo que al radicalismo no le gustó haberse “tragado el sapo” de la reforma previsional.
