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Estocada para las acciones y un toque para los bonos

Con las tasas de interés del mundo iniciando el camino alcista, hoy continuó la salida de los inversores de los activos de riesgo

05 febrero de 2018

Por Luis Varela

Finalmente, tal como habíamos advertido en numerosas oportunidades en esta columna, los mercados de riesgo del mundo se encontraron con una fuerte caída de precios, que no es otra cosa que una incipiente toma de ganancias, tras dos años de liquidez que llevaron a las cotizaciones hasta niveles muy altos. La Bolsa porteña había llegado a subir 100% en dos años y Wall Street trepó 50% en ese mismo periodo.

El temblor se inició el último viernes de enero. Ese día, justo cuando Janet Yellen le entregaba el cetro de la Reserva Federal de EE.UU. a Jerome Powell, se terminó de consolidar la tendencia alcista de la tasa larga norteamericana. Ya no había dudas: concluía el período con dólares tirados desde helicópteros para generar actividad y el principal Banco Central del mundo empezaba a recoger la madeja.

Inmediatamente, la tasa a 10 años de EE.UU. pasó del 2,1 al 2,8% anual y las grandes manos tenedoras de acciones y bonos comprendieron el "no va más".

Ese 26 de enero casi todos los índices bursátiles del mundo alcanzaron máximos históricos. En la Bolsa de Nueva York el Dow Jones de papeles industriales tocó los 26.608 puntos, el Standard & Poor´s llegó a 2.871 puntos. Y nuestro menos diversificado pero interesante índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires alcanzaba los notables 35.182 puntos.

Desde ese momento, como si se tratara de una pelota de tenis que va cayendo por una escalera, los precios de todos los activos, acciones bonos y lo que sea, iniciaron un marcado temblor, con rotura de un piso tras otro, con la rueda más dura hasta ahora el viernes pasado, pero hoy también con un sacudón muy importante, que dejó a los inversores que todavía están adentro: cuándo y dónde termina la caída.

Hoy el Dow terminó en 24.373 puntos, pidiendo la hora, el S&P finalizó a 2.651 unidades y el Merval concluyó en 31.145 enteros. ¿Qué significan esos números? Hoy la Bolsa de Nueva York vivió su peor día desde 2011 y desde el 26 de enero el Dow Jones cae 8,4%, el S&P pierde 7,7% y el índice Merval achica sus valores en 11,5%.

Con estos desplomes, en la radiografía bursátil mundial aparece una verdad que llena de preocupación a los inversores en activos de riesgo. En lo que va de 2018 las bolsas de Frankfurt, Tokio y Nueva York acumulan pérdidas. Todos hacen cuentas porque saben, por la creación de empleo y los últimos datos inflacionarios, que la tasa larga actual seguirá subiendo, y con eso los precios de las acciones se encuentran con un techo difícil de quebrar.

Hoy la Bolsa de Nueva York vivió su peor día desde 2011 y desde el 26 de enero el Dow Jones cae 8,4%, el S&P pierde 7,7% y el índice Merval achica sus valores en 11,5%

Lo probablemente alentador de hoy es que la tasa a 10 años de EE.UU. cedió algo. Desde el 2,84% anual del viernes pasado bajó hasta 2,76%. ¿Por qué ocurrió eso? Una vez que los inversores sintieron que se terminaba la fiesta, hubo ventas masivas en todas partes, sobre todo en mercados menores, y los dólares obtenidos volvieron a Estados Unidos, a comprar bonos norteamericanos. Subieron los precios contado de esos títulos, por lo menos en los plazos más cortos, y la tasa a vencimiento achicó un poco.

Pero todos saben que la Fed se prepara para subir las tasas al menos tres veces este año, algunos creen que habrá cuatro escalones. Y el BCE también avisó que habrá al menos un escalón alcista para las tasas europeas. Y, obviamente, con los bonos de EE.UU. pagando ya tasas cercanas al 3% anual muchas inversiones de riesgo se desactivan. Todos dejan de volar para buscar refugio en el nido.

Por eso hoy, además de las bajas fuertes en las bolsas también se vieron importantes descenso en los bonos. Perdieron precio todos los bonos de todas partes, y los latinoamericanos estuvieron bastante castigados, en muchos casos, como el argentino, con cotizaciones que no se veían desde abril del año pasado. Por lo que puede decirse que por este apretón que viene del Norte, los tenedores de bonos domésticos acaban de perder la ganancia de casi un año.

La parte, si se quiere, menos traumática de todo este movimiento tiene que ver con el mercado de cambios. Hoy, con el retorno de los dólares a la madriguera norteamericana, el billete verde se fortaleció contra muchas monedas: no con las asiáticas porque cerraron sus negocios antes de que Nueva York empezara a operar la rueda bajista del lunes.

Pero debe decirse que el dólar subió hoy 1,7% en Brasil, 1% en Gran Bretaña, 0,6% contra el euro, 0,3% contra el franco suizo y 0,2% contra el peso chileno. En Argentina sin embargo, con el Banco Central pulseando porque los números inflacionarios están mal, el dólar fue colocado 0,1% abajo, con gran control desde Reconquista 266. Y en los mercados orientales, el dólar todavía bajaba 0.9% contra el yen y 0,2% contra el yuan, en una debilidad que debería darse vuelta mañana, veremos.

Así, con alto volumen de negocios ($ 1.171 millones) la Bolsa porteña se desplomó otro 4,5%, tras la dura caída del viernes

De ese modo en Buenos Aires el dólar casi no se movió: el oficial bajó 2 centavos hasta $ 19,81, el blue terminó sin cambios a $ 19,92 y el dólar mayorista bajo 2 centavos hasta $ 19,50. Mientras que, medidos en pesos, el real brasileño bajó 8 centavos hasta $ 5,97, el euro bajó 10 centavos hasta $ 24,15 y la libra se desplomó 23 centavos hasta $ 27,25. Todo como dijimos, con el dólar muy firme en Europa y en el resto de América Latina.

Detrás de esa quietud cambiaria local, el partido que jugaron los bonos fue completamente distinto. El 80% de lo operado en bonos se transó en apenas tres papeles: el AY24 se llevó nada menos que el 68% de las operaciones totales, el DICY logró el 6% de los negocios y el DICA el 5%. Con ese marco, y con pocas operaciones, hubo un desplome de casi 1% para los títulos públicos argentinos.

En los extremos se vieron subas del 1% al 3,5% para los bonos TVPY, BDC20 y PR13. Y una caída del 1 al 5% para los bonos DIY0D, DICE, PAY0D, DICYC, TVPA, DICY, AE48D, DIA0D, BPLD, DICAD, PARY, PARE, PAY0, DICA, BPLDD, JUS2D y PBF23.

Las voces con más asombro se vieron en la Bolsa. Allí el 70% de lo operado en acciones se transó en trece papeles: Central Puerto reunió el 9% de los negocios totales, Pampa Energía y Mercado de Valores de Buenos Aires el 8% cada una, en tanto que Galicia, Transener, Petrobras Brasil e YPF tuvieron el 6% de las transacciones cada una.

Así, con alto volumen de negocios ($ 1.171 millones) la Bolsa se desplomó otro 4,5%, tras la dura caída del viernes. Y con esa estructura hubo un papel que logró terminar para arriba: Introductora, que subió 1%. El resto fue todo para abajo.

En Nueva York, los ADR argentinos también mostraron una cara muy bajista. La empresa Bunge logró subir 4,7%, pero luego hubo bajas del 2% al 7,6% para IRSA P, Edenor, Cresud, Telecom, IRSA I, TGS, Pampa E, Galicia, Francés, YPF y Macro.

Repetimos, estas bajas argentinas se dieron con un desplome del 3,8% al 4,6% en los índices de la Bolsa de Nueva York, pero con una baja de apenas 2,6% en la de San Pablo y un descenso insignificante del 0,4% en la de México.

Con todo este descenso, también fueron afectados los precios de las commodities. El petróleo bajó 2,4% y volvió a US$ 63,90 dólares por barril. El oro ganó 0,5% y la onza de plata recuperó 1,1%. Los metales básicos estuvieron mixtos: el níquel subió 1,2%, el cobre mejoró 0,7% y el aluminio cedió 0,2%. Los granos también fueron a la baja en Chicago: el trigo perdió 1,1%, la soja achicó 0,9% y el maíz bajó 0,8%. Y en el fondo de todo el espectro lo que más sufrieron fueron los riesgos mayores, encabezados por las criptomonedas: el bitcoin cayó 18% hasta US$ 7.330 .

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