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¿Qué hay detrás de la decisión de tasa del BCRA?

"Esperamos que el comité mantenga la tasa a los niveles actuales de 27,25%, en línea con lo esperado por el consenso de analistas", dicen en Max Valores

27 febrero de 2018

Por Ezequiel Zambaglione Jefe de Research de Max Valores y Pablo Sanches Analista de Research de Max Valores

Hoy, el Comité de Política Monetaria del BCRA tendrá una nueva reunión donde decidirá cuál será la tasa de política durante las próximas dos semanas. En dicha reunión esperamos que el comité mantenga la tasa a los niveles actuales de 27,25%, en línea con lo esperado por el consenso de analistas.

En este sentido, no esperamos un importante impacto sobre el peso en caso de que el BCRA mantenga la tasa aunque, por el contrario, un recorte en la tasa presionaría el dólar hacia valores más altos.

Para arribar a esta conclusión nos basamos en nuestro monitor de decisión de política monetaria, el cual incluye las distintas variables que las autoridades han ido mencionado en el pasado como las más relevantes detrás de sus decisiones, ya sea mediante los comunicados oficiales, conferencias de prensa o a través de distintos reportes. A continuación presentamos las seis variables que componen nuestro monitor y la línea de razonamiento detrás de nuestro análisis.

Tendencia de la inflación núcleo. El BCRA ha mencionado en varios comunicados que la referencia para medir la desinflación es el promedio de la inflación núcleo mensual de los últimos tres meses. La inflación mensual en línea con la meta de 15% sería de 1,2%, por lo cual cuando la tendencia se ubique por encima de ese valor, el BCRA llevaría adelante una política monetaria contractiva, es decir una tasa real mayor al 5%. Este indicador define si la entidad aplicará una política expansiva o contractiva.

Expectativas de inflación. Este indicador corresponde al promedio anualizado de la inflación esperada para los próximos tres meses de acuerdo al REM, actualmente en 19,5%. Este nivel representa la inflación a la cual el BCRA le sumaría la tasa de interés de manera de alcanzar un nivel cercano al 7% real, es decir inflación más 7% sería aproximadamente la tasa buscada. Considerando las expectativas de inflación en 19,5%, habría lugar para una baja en la tasa a 26,5% desde el 27,5% actual.

Datos de alta frecuencia. El BCRA tiene en cuenta distintas estimaciones de inflación semanal, las cuales utiliza para estimar como viene la inflación del mes en curso, y de esta manera incorporar más argumentos para su decisión.

Mercado secundario de Lebac. El presidente del BCRA mencionó repetidas veces, entre ellas la última presentación del Informe de Política Monetaria, que el mercado secundario de Lebac refleja el sendero de tasas del BCRA. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la licitación de Lebac se realiza una vez por mes, mientras que la decisión de política monetaria es dos veces al mes, con lo cual la señal es más perfecta para la decisión que se realiza previo a la licitación.

Tipo de cambio. A pesar de que la autoridad monetaria ha mencionado en distintas ocasiones que no persigue un nivel de tipo de cambio, implícitamente parece haber un rango del peso donde la autoridad monetaria se siente más cómodo. Este indicador es relevante en situaciones donde la decisión es fina, y puede influir mayormente en períodos de alta volatilidad del dólar para postergar una decisión de tasa. La depreciación del tipo de cambio también incorpora parte de los riesgos globales.

Comunicados oficiales. Esta variable cualitativa surge de ponderar todos los dichos realizados por las autoridades a partir de conferencias de prensa, informes y comunicados. En estos comunicados las autoridades dan señales de hacia dónde se dirige la política, y es importante incorporarlos como complemento al resto de los indicadores.

Se mantendrá

Los indicadores de nuestro monitor muestran en su mayoría valores similares e incluso más deteriorados que los observados en la anterior decisión de política monetaria, apuntando hacia una decisión de mantener la tasa. Entrando en detalle, observamos que la tendencia de desinflación de la inflación se ubicaría por encima del nivel deseado por el BCRA, al menos hasta que pasen los ajustes de precios regulados. Lo mismo pasa con las expectativas de inflación, donde parece poco probable que los agentes las revisen hacia abajo hasta tanto terminen dichos ajustes. Los datos de inflación de alta frecuencia fueron mencionados en el comunicado anterior como un argumento para mantener la tasa, y actualmente parecen ratificar un dato elevado de inflación en febrero, apuntando hacia una inflación superior al 2%.

El único argumento que podría presentar para bajar la tasa sería que las expectativas de inflación en 19,5% todavía le da espacio para una tasa de 26,5% que ofrezca una tasa real de 7%, pero lo expresado en el último comunicado sugiere que el BCRA ya habría alcanzado un nivel de tasa en línea con la nueva meta, con lo cual tampoco se esperaría un recorte por ese lado.

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