Las bolsas europeas se derrumbaron hoy arrastradas por la gran caída de ayer en Wall Street y el consecuente hundimiento de los mercados asiáticos, mientras que la plaza neoyorquina invirtió la tendencia y recuperó más de 2% al cierre de la jornada.
El índice industrial Dow Jones de Nueva York finalizó con un alza del 2,3%, en tanto que el Nasdaq, de valores tecnológicos, recuperó 2,13% respecto a su cierre de ayer, y el S&P 500 avanzó un 1,75%, en lo que configura una mejora notable e inesperada del mercado que ayer derribó al conjunto de los valores bursátiles internacionales.
Ayer, el índice Dow Jones sufrió la mayor caída en puntos de toda su historia, de 1.175 unidades, muy por encima de los 777 que perdió el 29 de septiembre de 2008, en plena crisis financiera, y se hundió 4,6%. Wall Street comenzó hoy la jornada resentido por las pérdidas de ayer, con retrocesos superiores al 1,5% en los tres indicadores, pero media hora después estaba en terreno positivo, reportó la agencia de noticias EFE.
Por su parte, las principales bolsas europeas sumaron hoy caídas superiores al 2% tras el batacazo de la víspera de Wall Street, que previamente había llevado a los mercados asiáticos a acumular pérdidas aún mayores, en torno al 5%.
La jornada pudo haber sido aún peor, pues los retrocesos durante buena parte de la sesión fueron más abultados en las bolsas europeas pero, tras la apertura de hoy del mercado neoyorquino -primero a la baja y después alternando subas y caídas-, los descensos se fueron suavizando.
En Europa, fue la Bolsa de Londres la que encabezó hoy las caídas, con un retroceso del 2,64%, lastrada por la volatilidad del mercado en una jornada en la que los inversores buscaron desprenderse de sus acciones.
Los mercados asiáticos acumularon pérdidas en torno al 5%, aun mayores que los de Europa
Le siguieron las pérdidas del 2,53% de Madrid, que había liderado los números rojos hasta las últimas operaciones de la sesión; el 2,35% de París; el 2,32% de Fráncfort; y el 2,08% de Milán.
Con el descenso de hoy, la bolsa madrileña, que sumó su cuarta jornada a la baja y cayó a niveles mínimos desde marzo pasado, borra las ganancias acumuladas en 2018.
La fuerte caída de Wall Street de ayer había provocado previamente acusadas pérdidas en las bolsas asiáticas, con una incertidumbre entre los inversores que en algunos momentos de la jornada rayó en el pánico.
La Bolsa de Tokio, que llegó a caer más de 7% durante la sesión, consiguió amortiguar la tendencia a última hora y cerrar con una pérdida de 4,73%, de más de 1.000 enteros en el Nikkei, algo que no se recordaba desde 2016 en oportunidad del "Brexit".
La Bolsa de Shanghái cerró la sesión con una bajada del 3,35%; el mercado de la parte continental de China, la Bolsa de Shenzhen, perdió el 4,23% y el Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 5,12%, su mayor caída desde agosto de 2015.
Los porqués
Los expertos no se pusieron de acuerdo a la hora de buscar una explicación a la fuerte corrección que vivieron los mercados bursátiles mundiales, aunque coinciden en que el origen está en Estados Unidos. Algunos analistas señalaron a una puntual recogida de beneficios por parte de los inversores, mientras otros apuntaron al temor de los que apuestan a una suba brusca de las tasas de interés tras la salida de Janet Yellen de la presidencia de la Reserva Federal estadounidense.
En opinión del analista de XTB, Antonio Sales, se produjo una "huida de capitales" de los mercados bursátiles a los mercados de deuda, por el temor de los inversores a que la Reserva Federal (Fed), con su nuevo presidente, suba las tasas hasta cuatro veces este año. No obstante, consideró que el desplome de Wall Street de la víspera, que salpicó también a las plazas asiáticas, fue una corrección "demasiado severa" y que no tardará en estabilizarse la situación en los mercados.
En cambio, otros expertos sostuvieron que es poco probable que el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, "se arriesgue" a acometer un ajuste brusco de la política monetaria y achacan el correctivo bursátil de ayer y hoy a una recogida generalizada de beneficios y a un "momento de pánico puntual" tras las fuertes subas de las semanas anteriores.
