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¿Cómo afecta al país la caída de los mercados?

La corrección sólo fue brusca en las bolsas pero el cambio de tendencia, de sostenerse, no será favorable para Argentina

06 febrero de 2018

Las condiciones financieras globales podrían estar cambiando y las tendencias prevalecientes en los últimos meses podrían revertirse.  Si bien no están dadas las condiciones para un cambio abrupto, Argentina debe estar atenta a lo que ocurra porque algunos datos de un eventual nuevo escenario podrían no favorecerla. Muchos analistas creen que el mundo con el desempleo, la inflación y las tasas de interés en niveles bajos de manera simultánea llegó a su fin.

El origen del probable cambio es la suba reciente de la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años. Ese proceso se descontaba luego del triunfo de Donald Trump porque se suponía que sus políticas traerían más inflación, pero eso no ocurrió, ya que la tasa se mantuvo relativamente estable durante el año pasado. Y por eso, contra todos los pronósticos, el dólar se debilitó contra el resto de las monedas? 14% en el caso del euro?  y Wall Street subió 25% en 2017.  Estas tendencias se mantuvieron en el arranque de este año pero en los últimos días el escenario empezó a modificarse.

El origen del probable cambio es la suba reciente de la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años

El crecimiento de la economía estadounidense está firme, el desempleo se ubica en 4,1% que es el nivel más bajo desde 2000 y los salarios están subiendo al 2,9% anual de acuerdo a lo informado el viernes por el Departamento de Trabajo.  Los mercados financieros apuestan a que, en ese marco, la tasa de inflación no puede mantenerse en los bajos niveles actuales, inferiores a la meta del 2% que fijo la Fed,  y que necesariamente se acelerará.  Cuando predomina esa visión, el resultado es una suba de la tasa del bono a 10 años que a su vez precipita una caída de las acciones porque sube el costo de endeudamiento de las empresas y aparecen otras alternativas de inversión atractivas.  Además, provoca un fortalecimiento del dólar porque son más rentables las colocaciones en esa moneda.  De todas maneras, no se trata de ajustes bruscos porque la tasa de los bonos se ubicó ayer en 2,76%, y al comenzar el año estaba en 2,46%.  El viernes había cerrado a 2,85% su nivel más alto en mucho tiempo. A su vez, el dólar repuntó en los últimos días pero sigue mucho más débil que a comienzos de año. El índice Bloomberg que mide al dólar contra una canasta de monedas se ubicaba en 92,40 el 1 de enero,  llegó a caer hasta 88,6 y ayer cerró a 89,2. Más abrupto fue el cambio de tendencia en el mercado bursátil porque en Wall Street se perdió todo lo avanzado en el año por lo que el índice Dow Jones entró en terreno negativo en 2018.

Mientras tanto las condiciones económicas siguen siendo muy positivas porque hay un crecimiento global sincronizado y ninguna economía relevante sufrirá una recesión durante este año. También el comercio internacional sigue en expansión.

Todavía es prematuro determinar si se asiste a una lógica corrección de los mercados o el comienzo de un cambio de tendencia. Para Argentina, una suba de tasas no es una buena noticia dada su necesidad de contraer deuda pero ya se procuró US$ 9.000 millones de los US$ 30.000 millones que necesita para este año.  Tampoco ayuda que el dólar se fortalezca porque eso debilita el precio de las commodities pero todavía está en un nivel mucho más bajo contra una canasta de mondas del que tenía cuando Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada.  Hasta hace unos días el escenario económico global era favorable para Argentina y con tendencia a seguir mejorando. Ahora sigue siendo positivo pero se ha abierto el interrogante sobre la tendencia porque no puede descartarse que el mejor momento, desde el punto de vista financiero, haya quedado atrás.

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