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Un ministro ejemplar, otro en el ojo de la tormenta y el fuego cruzado por la inflación

Transcurren escasos días de 2018, pero los problemas para el Gobierno siguen siendo los mismos

05 enero de 2018

Por Leandro Gabin 

Transcurren escasos días del nuevo año pero los problemas para el Gobierno siguen siendo los mismos. La inflación, por caso el tema más urticante para el oficialismo, se mantiene en el tope de la lista a partir de una estrategia que -muchos en el mercado- ya consideran equivocada. No alcanzó con cambiar las metas de inflación. Siguen siendo poco realistas. Tan es así que trascendió un dato que pinta de cuerpo entero cómo es la política de comunicación de Cambiemos. Mientras que se muestran en los micrófonos elevando el pronóstico de inflación de hasta 12% (10% en promedio) a 15% para este año, en las conversaciones sin cassette admiten que firmarían ahora si los precios suben 17% en 2018. O sea, ni en el equipo económico que anunció hace pocos días una meta “más creíble” creen fervientemente en ella. Todo un panorama de la falta de certidumbre que vive el país en materia de precios.

No es nuevo, no obstante, que Nicolás Dujovne ni siquiera crea en las estimaciones que dan públicamente. Cuando el ministro y ex columnista de TN defendía las metas que hizo propias Federico Sturzenegger, en privado hablaba de unos varios puntos más. De hecho, el famoso 15% o 16% resultaba lo que pensaba en la intimidad el ministro. Pero, otra vez se queda corto. Mientras que en Hacienda pensaban que con viento a favor la inflación del año pasado cerraba apenas dos o tres puntos arriba del 17% del BCRA, el dato final estaría mucho más arriba. A esta altura las consultoras proyectan un IPC de diciembre en torno al 2,5% o 3%, lo que llevaría el cálculo anual a más del 24%. La diferencia pone en ridículo la defensa de las inalcanzables metas, pero también muestra que el equipo económico (léase el BCRA, Hacienda y ahora Jefatura de Gabinete que tiene voz y voto) no acierta en la medicina.

Para peor, luego del cambio de las metas, salieron las consultoras y bancos a recalcular los vaticinios para este año. Ven que el IPC se irá a 19% o 20%, otra vez lejos del 15% que acabó de enunciar Hacienda junto a Marcos Peña. “Se van a quedar cortos otra vez. Los ajustes de precios van a seguir y para peor, los gremios no van acatar paritarias por menos del 16% con cláusula gatillo. Va a ser un año difícil en materia de precios”, vaticinó un empresario que mira con preocupación su paritaria. “No son creíbles las metas más allá del cambio que se hizo, y la verdad que los ajustes salariales también se irán a precios. Los márgenes no son tan holgados y esto lo va a pagar el consumidor”, admitió.

Los primeros pasos del año están mostrando la dificultad con la que se mueve el Gobierno. El anuncio oficial con los incrementos en el transporte, algo esperado, será otro golpe más a los bolsillos y a la indomable tasa de inflación. Si bien el aumento se concentra en lo que se denomina AMBA, por ende el impacto en el IPC Nacional no será tan elevado, el número que ya manejan en las consultoras no es para nada despreciable. Según Elypsis, por ejemplo, tan solo el transporte le adhiere 0,3 puntos a la inflación proyectada para el segundo mes del año. Desde la misma consultora calculan en forma preliminar, que el IPC de febrero se situaría en 2,3%. Debido a que el aumento del transporte será escalonado, o sea que un tramo será el mes próximo pero seguirá en abril y junio, el impacto total al final del último ajuste será de 0,5 puntos para la inflación. El caso para AMBA (CABA y Buenos Aires) será mayor: EcoGo (ex Estudio Bein) calcula 1,3% para el índice menos abarcativo sólo por el transporte. Desde Elypsis dicen que los precios en diciembre subieron 2,6% después del 1,4% de noviembre. Así, en los primeros dos meses del año los precios podrían llegar a aumentar 4%. Un mal indicio para las paritarias.

No es un secreto que el Banco Central no podrá bajar las tasas tan rápido como quiere el ala política. De hecho deberá mantenerse firme para acercarse al 15% que quiere Dujovne & Peña. No será fácil. Por eso se pinchó el alza del dólar post cambio de metas, a pesar del repunte de ayer. Los financistas no le ven mucho recorrido porque saben que si el Central relaja la política monetaria, a la inflación la van a buscar a las nubes. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó esta semana el BCRA fue un ejemplo de eso. Formalmente las consultoras tenían plazo hasta el día anterior al anuncio del cambio en las metas para presentar los números. Al momento de conocerse la noticia, que modifica los pronósticos, se barajó la idea de una prórroga para que se pudieran actualizar los datos. Después de idas y vueltas, y como muchos ya estaban de vacaciones, se decidió publicar con lo que había (solo un tercio de los participantes). Si bien resultó poco representativo, el dato que llamó la atención es que a pesar de todo, elevaron los pronósticos de inflación de este año desde 16,6% a 17,4%. ¿Qué pasará cuando contemplen el cambio de la meta? Seguramente la llevarán al 19% o 20% que ya están adelantando las consultoras y los bancos del exterior.

¿Y por Reconquista 266?

Otra vez hubo rumores de que Sturzenegger tenía las horas contadas en la entidad. A eso se le sumó también el rumor de que su segundo, Lucas Llach, también daría un paso al costado. Por ahora, tanto fuentes oficiales como extraoficiales de la entidad desmienten que algún funcionario esté en camino de retiro. De hecho, un observador de los pasillos en Reconquista 266 cuenta que cada vez que le advierten a Sturzenegger o Llach que está sonando su renuncia, se ríen a carcajadas. “Saben que las operaciones no terminaron. Pero pasarán”, dice otro.

“Toto” primereó

Mientras que en el equipo económico tratan de encontrarle la vuelta a las expectativas inflacionarias, Luis Caputo volvió a inundar de bonos la plaza internacional. El ministerio de Finanzas tuvo una gran recepción para sus tres clases de bonos. Tanto, que desde uno de los bancos colocadores se informó a sus clientes más importantes que se apuraran a entrar a la operación. Mediante un sugestivo email, a las 11.44 de la mañana de Buenos Aires, avisaban que a menos de una hora de haberse abierto el libro de la operación, ya había órdenes por US$ 4.000 millones. Saben los inversores que Caputo siempre deja demanda insatisfecha para que haya un fluido mercado secundario de los bonos argentinos. De hecho, le llovieron ofertas: US$ 21.400 millones superando en 2,4 veces el monto finalmente emitido con la participación de más de 450 inversores de Norteamérica (46%), Europa (35%) y Asia (11%), y otras regiones (8%). El ministro, primo del mejor amigo de Macri (Nicky Caputo) y también de la cofradía del Cardenal Newman, se alzó con US$ 9.000 millones en su primera excursión internacional. Recaudó US$ 1.750 millones a 3 años con un rendimiento de 4,625% (cupón 4,625%), US$ 4.250 millones a 10 años con un rendimiento de 6% (cupón 5,875%) y US$ 3.000 millones a 30 años con un rendimiento de 6,95% (cupón 6,875%).

Así, el Gobierno ya obtuvo cerca de un tercio de los fondos que necesita para este año calculado por Finanzas en US$ 30.000 millones y el 75% de lo buscaban en el exterior.

Por lo pronto, el panorama para el ministro más eficiente de Mauricio Macri (en términos de resultados, como suele decir el ex jefe porteño) es benévolo hacia adelante con lo que falte hacer en el mercado. Así lo indicó el último paper de BlackRock, el banco de inversión neoyorquino que hizo buenas migas con Macri en el último tiempo. “Creemos que la expansión económica (mundial) actual puede durar más de lo que mucha gente piensa, pero vemos menos espacio para sorpresas de crecimiento al alza que pueda levantar a los mercados. Vemos que la Reserva Federal avanza lentamente con la normalización, y los mercados son sensibles a las primeras señales de que otros grandes bancos centrales están cambiando sus políticas. Creemos que los inversores seguirán siendo compensados por tomar riesgos en 2018, pero recibirán recompensas más bajas”, afirmaron.

Para BlacRock, la baja volatilidad del mercado puede persistir en medio de un entorno económico estable. Sin embargo, incluso un pequeño repunte de la volatilidad podría poner en peligro las estrategias y asustar a los mercados. “China, donde creemos que las reformas económicas tan necesarias corren el riesgo de desacelerar el crecimiento y desencadenar crisis crediticias temporales, podría provocarla. Los riesgos geopolíticos abundan, desde el programa nuclear de Corea del Norte hasta las guerras indirectas en el Medio Oriente. Establecemos un marco para evaluar si los riesgos localizados pueden transformarse en sistémicos”, señalan.

Por ahora, con viento de cola, lo doméstico podría ser lo que más daño le haga a la economía en 2018.

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