Argentina está perdiendo presencia en el mercado internacional y su vecino Brasil le está sacando una gran ventaja en lo que se refiere a los principales cultivos: soja y maíz. Comenzaron a transitar la producción juntos, aunque Brasil se fue despegando progresivamente. Tan es así, que según cálculos de la consultora Agritrend sobre la progresión de los cultivos en los últimos 41 años, para la campaña agrícola 2017/18 de soja, Brasil alcanzaría 112,3 mill/tn y Argentina 53,5 mill/tn. La tendencia se repite para el caso del maíz, tan es así que se proyectan 87,7 mill/tn en Brasil y 42 mill/ tn en Argentina. Factores como la tecnología, la logística y las variables climáticas, entre otros, entran en juego al momento de analizar las divergencias entre uno y otro país en materia agrícola.
Al respecto, El Economista consultó al director de Agritrend y autor del análisis, Gustavo López.
Contraste
La producción de Brasil fue creciendo a un ritmo a acelerado y se ha ido despegando y sacándole ventaja a Argentina.
En lo que respecta a la oleaginosa, según el reporte de Agritrend en los años ´70 el área sembrada brasileña era de 7,8 mill/ ha y para la campaña 2017/18 es de 35,1mill/ha, o sea que creció cuatro veces y medio. En tanto, Argentina pasó de 1,3 mill/ha a 17,8 mill/ha y si bien creció mucho más, López señaló que “en términos absolutos siguen siendo ellos (los brasileños) los líderes en la región”. Para el caso del cereal, mirando 41 años hacia atrás, Argentina creció dos veces, pasó de 2,7 mill/ha a 5,2 mill/ha para este ciclo. Por su parte, los brasileños pasaron de 11,1 mill/ha a 16,5 mill/ ha, y en este sentido, López, aclaró: “Crecieron menos pero han tenido una explosión a nivel de productividad enorme, hace cuarenta años ya hablaban de 1.000 kilos por ha, nosotros ya teníamos 3.500, ahora estamos en 8.000 y ellos en 5.000, pero cuando se mira desde el punto de vista absoluto ellos han crecido a un ritmo muy acelerado”.
Incentivos
Al ser consultado sobre los principales indicadores que han impulsado el crecimiento, el técnico enumeró varios factores y los argumentó. Por un lado, se refirió a la disponibilidad de la tierra, en tal sentido en Argentina la producción se circunscribe más a la región pampeana, el NEA y el NOA . “Por su parte, en un principio Brasil tenía un área muy característica de producción que era la región sur, luego se fueron expandiendo hacia el noroeste y ahora hacia el noreste pero en menor proporción. Además, ellos dicen que tienen una capacidad enorme de seguir incorporando tierra”, indicó el consultor. Otro factor a destacar que ha impulsado el crecimiento del cereal y la oleaginosa brasileña, es que cuentan con una política agrícola coherente a lo largo del tiempo. Para López, al margen de los sucesivos presidentes, los brasileños continuaron con sus políticas agrícolas, que consisten en incentivos al productor agropecuario con programas de asistencia crediticia para almacenamiento, maquinaria, tienen una serie de herramientas que motivan al agricultor a producir. Como contrapartida, López indicó que “ Argentina tuvo una política más perversa con limitaciones a la exportación, al comercio, por lo cual, el incentivo que ha tenía el productor argentino respecto al brasileño era totalmente diferente”. Sumado a estos factores, también resaltó que el país vecino tienen un proceso de evolución muy fuerte en materia tecnológica. Tan es así que en soja arrancaron con 1.200 k/ha y hoy tienen un promedio de 3.200 k/ha, han triplicado su rendimiento; y para el caso del maíz pasaron de 1.200 a 5.500. Además, el especialista destacó que el avance en logística también impulsó el crecimiento.
Nuevos actores
En lo que se refiere al comercio exterior, durante los últimos cincuenta años, Argentina fue el segundo exportador de maíz detrás de Estados Unidos. Actualmente el ranking ha cambiado, y el segundo puesto lo ocupa Brasil. ”Podemos exportar 26, 27, 28 mill/ tn, ellos exportan 34 mill/tn y es difícil que lo alcanzamos”, opinó López y alertó que “este es un tema que no sólo se da con Brasil sino que también se va a ir dando con los rusos, dado que hay cambios de paradigma en el comercio mundial de granos y empiezan a aparecer nuevos actores que tienen producción”. En este sentido, se observa que Argentina ha perdido participación en el mundo como exportador de maíz. Ante este escenario lo que queda por hacer según López, es darle mayor valor agregado: “No sólo se trata de vender maíz sino también maíz transformado”, sugirió y agregó: “También se va a tener que pensar mucho más sobre las limitantes del sector, en lo que se refiere a la mejora de caminos y logística”.
