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Héctor Daer, la vía negociadora de la CGT con el Gobierno

El dirigente es el triunviro de la CGT más propenso a recuperar una línea de negociación posible

22 enero de 2018

Llegó a compartir la conducción de la CGT como parte de un acuerdo entre las tres corrientes que buscaron en la unidad la forma de no perder peso ante el cambio de escenario político, luego del arribo de Cambiemos al Ejecutivo. Héctor Daer, dirigente del gremio de la Sanidad, representaba a la CGT oficial, entonces liderada por Antonio Caló. Mientras que Carlos Acuña llegaba con el respaldo de Luis Barrionuevo, por el sector Azul y Blanco, y Juan Carlos Schmid, aliado de Hugo Moyano, de la línea Azopardo, completaban el cuadro, para cerrar la fragmentación de la central, que se había acrecentado a partir de 2011. Entonces Daer era diputado nacional y formaba parte del bloque del Frente Renovador.

En un contexto de mayor distanciamiento y tensión creciente entre la CGT y el Gobierno, durante las últimas semanas, Daer aparece como el integrante del triunvirato más propenso a recuperar una línea de negociación posible. Su ausencia en la cumbre de pesos pesados del jueves pasado, en Mar del Plata, donde estuvieron Moyano, Barrionuevo y sus dos compañeros de conducción en la secretaría general ofrecieron algunas pistas. Sus declaraciones del fin de semana, donde consignó la posibilidad de subdividir la reforma laboral en varios proyectos de leyes por separado, luego de quedar prácticamente estancada, parecen reafirmarlas.

Por partes

El viernes, el jefe de Gabinete Marcos Peña retomó la iniciativa. Habilitó la posibilidad de discusión “por partes” del proyecto original del Gobierno (“no es de vida o muerte que sea una sola ley o varias leyes”) y se propuso destrabar la discusión, luego los avances iniciales del ministro Jorge Triaca con el triunvirato de la CGT. La discusión por la reforma previsional, el clima tenso de diciembre y la marcha atrás del peronismo habían complicado el cuadro de situación. Daer le hizo una guiño a esa iniciativa. “Me parece bien. Esto va a poder desagregar más los contenidos y debatirlos más profundamente. Así que me parece una buena medida que tendría que haberse tomado de entrada”, sostuvo el dirigente de Sanidad sobre los dichos de Peña. Entre sus compañeros, por cierto, existen algunos recelos. Que todavía no se hicieron expresamente públicos. Aunque también aparecen los que contemplan como positivo que una puerta de negociación permanezca abierta. La preocupación por el avance judicial sobre algunos dirigentes gremiales y la incertidumbre por la discusión paritaria, donde el Gobierno pretende poner un techo y quitar la cláusula “gatillo”. “Durante los últimos dos años escuchamos pronósticos de inflación que no se cumplieron. Ahora estamos ante una nueva disyuntiva, y queremos que al Gobierno le vaya bien y baje la inflación, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados si los trabajadores pierden poder adquisitivo”, señaló Daer.

En tanto, desde la CTA llegaron las primeras críticas: “En el sindicalismo hay que trazar una línea divisoria: de un lado los que defendemos a los trabajadores y del otro lado a los que quieren seguir la luna de miel con el Gobierno, que son una porción minoritaria de la CGT”, planteó el también diputado nacional por el Frente para la Victoria.

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