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Viejas críticas, nuevos rumores y otra vez los cañones apuntan a Sturzenegger

El considerado “ministro de Economía en las sombras” vuelve a ser “víctima” del ala política del Gobierno por su estrategia monetaria

07 diciembre de 2017

Por Leandro Gabin

Una vez más, el considerado “ministro de Economía en las sombras” vuelve a ser “víctima” del ala política del Gobierno. Federico Sturzenegger está siendo atacado -por lo bajo- por un sector del Gobierno e incluso algunos ex funcionarios (que a pesar de su salida tienen llegada a despachos oficiales) por su política monetaria y cambiaria. No es novedad ni la primera vez que en los pasillos oficiales se deja trascender que el número uno del BCRA “se corta solo”.

Pero, esta vez, hay un agregado no menor. Los mismos que meses atrás venían diciendo que incluso el Presidente estaba algo disconforme con Sturzenegger, algo incomprobable en los hechos, están levantando un nuevo rumor: el de la renuncia del jefe del BCRA. “No lo veo, honestamente no veo tanta mala onda con nosotros. Sí vislumbro nuevos palos en la rueda. Es razonable cuando los resultados no son los esperados”, decía un observador de lo ocurre en Reconquista 266.

Esto viene a cuento de que la inflación, según los pronósticos del REM y de LatinFocus, bordearía el 17% el año próximo después de pasarse de la meta este año en al menos siete puntos. Diciembre marcará otro mal número, en torno al 2,5%. Bajar la inflación le está costando más de lo que imaginaban en el BCRA. Claro que en el reparto de culpas, no explícitas obviamente, está el gradualismo fiscal y la política de eliminar subsidios. Todo eso le corre el arco a Sturzenegger, que como buen creyente de sus políticas, considera que no es una opción actualizar las metas de inflación. Y como no hace eso, sigue persiguiendo -vía las tasas altas- dominar un caballo salvaje. “Eso nos puede costar puntos de crecimiento el año próximo y además los precios no bajarán como dicen que tienen que bajar. Acá no está ganando nadie y ellos tampoco porque pierden credibilidad”, dice una fuente con despacho en la Casa de Rosada.

No es novedad ni la primera vez que en los pasillos oficiales se deja trascender que el número uno del BCRA “se corta solo”

La versión que circula por estas horas, tal como se dijo, es que las presiones para “esmerilar” a Sturzenegger podrían terminar en su renuncia (algo que estaría buscando cierto sector del Gobierno). Algunos recuerdan la frase que despachó cuando comenzaron algunas críticas: “Si no puedo hacer lo que tengo que hacer, me voy”, habría dicho en su momento Sturzenegger a sus íntimos. La clave para el banquero central está en el respaldo o no de el que  decide cómo se mueven las fichas: Mauricio Macri. Según se cree, el Presidente tiene aún hoy plena confianza en Sturzenegger y no piensa coartarle su poder.

Sin embargo, algunos recuerdan que otros funcionarios de primera línea tambalearon cuando desde el “ala política” se empezó a criticarlos: el desenlace de Alfonso Prat-Gay e Isela Costantini siguen replicando en la memoria de quienes descreen del poder que tienen sobre el presidente los “monjes negros” del Gabinete: Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. De hecho, estos dos últimos fueron quienes quisieron ponerle “marca personal” a Sturzenegger con la fallida llegada de Marina Dal Poggetto y Guillermo Nielsen al directorio de Reconquista 266. Y son quienes, en la intimidad, proliferan las críticas al accionar del banco.

Claro que hacia afuera, Cambiemos se muestra unido. Tanto que si bien algunos deslizaron ciertas diferencias con el BCRA por el ritmo de la desinflación, siguen poniéndole el hombro a las políticas. Nicolás Dujovne, por caso, avisó ayer en un evento de la consultora Abeceb que “nos queda un tiempo donde la política monetaria tiene que seguir siendo dura” por las subas de precios regulados en servicios como los de electricidad y gas. El ministro estimó que en 2019 las tarifas eléctricas y de gas se moverán en línea con la inflación, no así en el caso del transporte. “Probablemente ya no tendremos ajustes de precios reales en las tarifas de los servicios públicos, con lo cual vamos a ir a un escenario totalmente distinto”, agregó Dujovne. Justamente sin el aumento de tarifas que impacta de lleno en el IPC, es que el Central tendrá una mayor maniobra para acercarse a las metas anuales.

Algunos recuerdan la frase que despachó cuando comenzaron algunas críticas: “Si no puedo hacer lo que tengo que hacer, me voy”

Otra cuestión que “molesta” a ciertos personajes de la política de Cambiemos es el atraso cambiario. Al parecer, seguirá por varios meses más y observando los pronósticos con el dólar para el cierre del 2018, seguirá siendo negocio comprar Lebac en lugar de apostar al billete verde. En eso, también será clave lo que suceda con el Programa Financiero de Luis Caputo, el ministro de Finanzas. El funcionario quiere que el año próximo la búsqueda de dólares en el exterior sean menos que este año, y que el Gobierno se financie más internamente.

Por eso le “robó” el negocio que tenía el Central con las compañías de seguros, que no podrán compran más Lebac. Esa demanda irá indefectiblemente a las Letras del Tesoro, o sea a financiar a Caputo. Por eso, en el mercado imaginan posible que Finanzas tenga que conseguir menos dólares afuera y, por consiguiente, Sturzenegger verse obligado a comprar menos dólares del Tesoro. Todo esto, o sea reducir la oferta de divisas, podría redundar en un dólar no tan atrasado después de todo. Habrá que esperar.

Por lo pronto, Caputo intentará volver a los mercados globales lo antes posible: si se puede, en enero. El monto que iría a buscar en su primera colocación serían US$ 5.000 millones mientras a la par contempla reactivar un nuevo préstamo contra bonos con un consorcio de bancos (llamado repo en la jerga financiera).

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