Pese a los dimes y diretes dentro de la CGT, la movilización de la semana pasada y la marcha a Plaza de Mayo de mañana, en Alem al 600 están convencidos de que es momento de avanzar con la reforma laboral. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, lo dejó en claro ayer y cruzó a los sindicalistas díscolos: “Hay voces disonantes que a veces tienen cierta intencionalidad política”.
Durante un evento organizado por Ecolatina, Triaca dijo que es en el Congreso donde deben dirimirse las diferencias en torno al proyecto y remarcó que el texto enviado por el Ejecutivo al Senado recogió aportes de "los sectores más representativos" del sindicalismo “con una metodología que por primera vez se aplica en Argentina”.
“Hay voces disonantes que a veces tienen cierta intencionalidad política”, enfatizó el ministro
El ministro planteó que “hay algunas centrales que tienen vinculaciones con sectores políticos y manifiestan su oposición” y sostuvo que, si bien hay que “escuchar las críticas”, también hay que “correr el velo y ver qué hay detrás”. Así, cargó contra los sectores que marcharon al Congreso el miércoles pasado (el moyanismo, la Corriente Federal de Sergio Palazzo, las CTA y el sindicalismo de izquierda) pero también contra los que movilizarán mañana, encabezados por ATE, el triunvirato piquetero y la izquierda. “Será una marcha masiva contra las políticas socio-económicas”, advirtieron las organizaciones convocantes.
La CATT respaldó la reforma
Mientras tanto, al aval de la mesa chica cegetista al proyecto, se sumó esta mañana el de la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que conduce el triunviro Juan Carlos Schmid. En su Congreso General Ordinario, la CATT respaldó el accionar del triunvirato durante las negociaciones con la cartera laboral y destacó su rechazo la reforma previsional.
