El Economista - 70 años
Versión digital

jue 25 Abr

BUE 16°C

En el tercer trimestre se triplicó el rojo de cuenta corriente

Según el Indec, en el tercer trimestre, el déficit de cuenta corriente fue de US$ 8.683 millones

22 diciembre de 2017

 Por Mariano Cúparo Ortiz

Dato fuerte: durante el tercer trimestre del año se triplicó, en la comparación contra el mismo período de 2016, el rojo de cuenta corriente de la balanza de pagos (llegó a US$ 8.683 M). Y en lo que va de 2017 la cuenta corriente llegó a acumular un negativo de US$ 22.476 M. Es decir que más que duplica a lo que se registró en enero-septiembre de 2016 (US$ 10.535 M).

Desde la consultora Radar señalaron: “La incipiente recuperación de la actividad y un peso cada vez más fortalecido explicaron este resultado. Así, mientras que las exportaciones de bienes se mantuvieron estables en la comparación interanual (0,1% interanual, en torno a US$ 15.800 M), las importaciones avanzaron más de 25% interanual, alcanzando los US$ 17.500 M”.

Y agregaron: “Una dinámica similar mostró el intercambio de servicios: a la par que las ventas externas crecieron 4,2% interanual entre el tercer trimestre de 2016 e igual lapso de 2017 (superando los US$ 3.200 M), las compras hicieron lo propio en 14,2% interanual, alcanzando los US$ 6.000 M y marcando un nuevo récord histórico. Por último, vale remarcar que este salto en la sangría de divisas no tiene una contrapartida productiva: el mayor saldo deficitario fue el de turismo y viajes”.

La cuenta de bienes pasó de un positivo de US$ 1.792 M en el tercer trimestre de 2016 (US$ 4.000 M en enero-septiembre) a US$ -1.712 M (US$ -3.000 M). Es decir, se revirtió el balance positivo que se daba por el lado de los bienes y que compensaba parcialmente al rojo de servicios, que además se agrandó más: en el tercer trimestre del 2016 dio US$ -2.153 M (US$ 6.500 M en enero-septiembre) y en el mismo período de 2017, US$ -2.769 M).

Es decir, unos servicios cada vez más negativos y unos bienes que compensan cada vez menos. Desde Radar afirmaron: “Los resultados se tornan más desalentadores. Esta dinámica es consecuencia del avance importador (17,2% interanual. en bienes y servicios), ya que los envíos al exterior treparon un magro 2% en el acumulado anual. Como resultado, la 'vuelta al mundo' pregonada por el gobierno sólo responde, hasta el momento, al movimiento de las compras y no así a las ventas externas”.

Así, Radar destaca que el déficit de cuenta corriente saltó de 1,9% como porcentaje del PIB en enero-septiembre de 2016 a 3,5% en el mismo período de 2017. “En un contexto de compromisos externos crecientes, e implicando este ratio un indicador clave para los inversores financieros foráneos, este desenlace enciende luces de alerta en la posible evolución de la tasa de interés”, cerraron.

A la balanza de bienes y servicios se le suma el crecimiento de la salida neta que dio el ingreso primario, por la vía de la renta de la inversión (creció de US$ 2.837 M en el tercer cuarto de 2016 a US$ 4.148 M, donde lideró el gap que se dio por la renta de la inversión de cartera, principalmente intereses, que llegó a una diferencia interanual de US$ 774 M). Así, las necesidades de financiamiento externo neto llegaron a US$ 8.626 M en julio-septiembre.

El Indec reseñó: “Estas necesidades de financiamiento implicaron un aumento de US$ 5.842 M respecto al mismo trimestre del año anterior. En el trimestre analizado, la cuenta financiera registró un ingreso neto de capitales de US$ 8.469 M, explicado por la adquisición neta de activos por US$ 7.546 M y la emisión neta de pasivos por US$ 16.016 M. Las necesidades netas de financiamiento fueron cubiertas casi en su totalidad por operaciones del Gobierno”.

Ahí la discusión es fuerte: el Gobierno prometió lluvia de inversiones, refiriéndose claramente a la IED, la productiva (y presumiblemente a la greenfield, que genera nuevas capacidades). Sin embargo, tal como destacaron desde Radar, “lamentablemente, y a contramano de lo presagiado por el Gobierno, ese avance está liderado por las cuentas vinculadas a la especulación y no por las productivas: tres de cada cuatro dólares que entraron por la cuenta financiera, correspondieron a la inversión de cartera, a la par que sólo uno obedeció a la inversión extranjera directa”.

En cambio, desde el Ministerio de Hacienda, en un comunicado para la prensa, destacaron: “La IED se está transformando en uno de los factores de financiamiento del déficit en cuenta corriente más importantes. En el tercer trimestre alcanzó los US$ 2.484 M (181,5% más que durante el mismo período de 2016). En los 9 primeros meses, la IED fue US$ 8.281 M, 124,6% más que en el mismo período de 2016”.

Ahí una grieta (económica): la IED crece en participación, pero la inversión especulativa de portafolio (incluye la emisión de deuda oficial) sigue en niveles altísimos y fue de US$ 7.107 M durante el tercer trimestre. Todavía muy superior a la IED.

Con todo, la posición acreedora de la economía local cayó nuevamente, como lo viene haciendo desde hace ya un año. Esta vez mermó en US$ 4.139 M y así la Posición de Inversión Internacional (PII) cerró en US$ 29.881 M.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés