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Pese a las tasas altas del BCRA, suben las expectativas de inflación en la city

Los ajustes en tarifas se impusieron a las tasas altas, y las expectativas de inflación, una vez más, se deterioraron

05 diciembre de 2017

Nuevo revés para la política antiinflacionaria del BCRA: la expectativa respecto a la dinámica de los precios de los hombres de la city volvió a crecer en noviembre, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publicó ayer el BCRA, con las visiones de 56 informantes. Con un diciembre que promete mostrar una aceleración no menor en el IPC y con unas expectativas en tendencia alcista, todo parece indicar que la política monetaria no logra disciplinar en ninguno de los dos frentes.

Qué esperan

Noviembre habría cerrado, según el cálculo que dejaron implícito las predicciones de los analistas, en 1,3%. Y eso está 0,2 punto por debajo de lo que habían señalado en el anterior REM. Pero para diciembre ya imaginan, según la mediana y según el promedio de las respuestas, un IPC de 2,1%. Por debajo de lo que esperan varias consultoras, pero por encima del 1,5% que se manejaba en el REM del mes anterior. Es decir, una dinámica negativa.

Así, la cosa empeoró también en cuanto a la interanual que marque diciembre, es decir, la medición en la que el BCRA centró su meta de 17% de techo. Ahora la mediana y el promedio de las respuestas esperan 23,5%, contra el 23% que se esperaba el mes anterior. Lo que muestra que los analistas le creen cada vez un poco menos a la política antiinflacionaria.

Disciplinar

Con los resultados de noviembre puestos sobre la mesa, el hombre de la consultora Radar, Martín Alfie, señaló: “El endurecimiento monetario no logró operar con fuerza en el canal de expectativas, según el REM del BCRA”. Ahí una clave: la política monetaria, con el instrumento de la tasa de interés, opera teóricamente por tres canales para disciplinar a los precios: dándole o quitándole liquidez al canal del crédito, anclando el tipo de cambio compitiéndole al dólar y atrayéndolos aumentando la oferta y, por último, disciplinando expectativas a futuro. Para muchos, el primero no tiene importancia en Argentina por su escasa profundidad financiera.

Con un diciembre que promete mostrar una aceleración no menor en el IPC y con unas expectativas en tendencia alcista, todo parece indicar que la política monetaria no logra disciplinar en ninguno de los dos frentes

Y mirando los números mencionados, el economista Martín Polo, bromeó en clave histórica y parafraseó al ex ministro de Economía, Juan Carlos Pugliese: “Les hablé con las tasa y me respondieron con las tarifas”. Detrás del mensaje está la guerra de objetivos del Gobierno. Mientras el BCRA busca desinflar, el gradualismo fiscal obliga a emitir para financiar el déficit y luego a ofrecer tasa para esterilizar. A eso se le suma el objetivo de recomponer a las tarifas de servicios públicos (para achicar el déficit primario, aunque el financiero sigue creciendo), que es lo que generó esta nueva expectativa creciente. Por ahora, la política monetaria pierde.

Meta 2018

Para los primeros cuatro meses del año la expectativa también es al alza. Hasta el mes pasado la mediana del REM esperaba un repetido 1,4% que ahora se transformó en un insistente 1,5%. Y para la totalidad del 2018 los analistas también demostraron creer cada vez menos en la capacidad del BCRA para lograr la meta de 10%: esperaban 16% y ahora esperan 16,6%.

Con los resultados de noviembre puestos sobre la mesa, el hombre de la consultora Radar, Martín Alfie, señaló: “El endurecimiento monetario no logró operar con fuerza en el canal de expectativas, según el REM del BCRA”

Tasa de verano

Por supuesto, estas expectativas crecientes respecto a los precios tiene una contrapartida en la actitud que se imagina para lo que viene en el BCRA. Más hawkish. Ya lo dijo el presidente de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger: se viene un verano de tasas altas para lograr llegar a 1% en la núcleo de abril. Y los analistas lo tomaron así: ya no ven un sendero de baja de tasas y, por el contrario, imaginan que el 28,75% de la tasa de referencia llegó para quedarse hasta marzo. Y luego, sí, bajaría, pero mucho más lento.

El tipo de cambio

En cuanto al otro canal, el tipo de cambio, los analistas ven un cambio “planchadito”, como señaló ayer el analista del Cesur, Amílcar Collante, o haciendo de ancla, en paralelo a unas tarifas mucho más inquietas. Y es que, desde el $ 17,60 al que cerró ayer, apenas ven un saltito hasta $ 17,80 para el cierre del año. E iría agregando 20 centavos por mes hasta abril. El 2018 cerraría en $20,30. Una depreciación de 14%. O una continuidad del atraso cambiario, si se mira la inflación esperada de 16,6%.

Otras expectativas

En cuanto a la actividad, las expectativas se quedaron quietas. La mediana y el promedio de los analistas siguen esperando 2,9% en 2017. Cerquita de la meta del Presupuesto 2017, que previó uno de 3%.  Y, para 2018, 3,1%, unas décimas por debajo del 3,5% oficial.

En cambio, para el déficit fiscal, se siguen registrando mejoras. Y esta vez, una buena para Hacienda, la expectativa quedó cerca de la meta planteada para 2017, que es un rojo de $ 409.000 millones. Para la mediana de las respuestas de los analistas el año va a cerrar en $ 410.400 millones.

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