El grueso de las provincias mostró buen crecimiento en la actividad durante 2017, excepto Tierra del Fuego, aunque esa mejora no en todos los casos se tradujo al empleo. Las que más crecieron fueron las del NOA y las del NEA, en buena forma gracias al impulso del sector público, que se dio a la vez gracias a las mayores transferencias desde Nación en términos reales. En tercer lugar se ubicó la región pampeana. Cuyo quedó cuarta y la Patagonia fue la menos dinámica.
Los datos surgen del último Informe de Coyuntura del IERAl de la Fundación Mediterránea. “Esta recuperación no ha venido por el lado de las exportaciones, aunque sí haya movilizado a la región pampeana (vía menores retenciones). Sí se observa un impulso público, vía mayor gasto público en varias provincias”, sostuvo el editorial firmado por el economista senior del IERAL, Jorge Day.
Para el 2018 se espera una dinámica similar: con un crecimiento esperado en torno al 3% a nivel nacional, las provincias se manejarían en general en ese orden. Y las exportaciones aportarían poco y nada ya que el propio impulso de la quita de retenciones va viendo disminuir su influencia. El atraso cambiario y los costos argentinos crecientes complican un poco más la rentabilidad.
En cambio, el impulso público, con unas provincias que recibirían más fondos nacionales, le daría dinamismo a las provincias más dependientes de ese ingreso, que fueron las que más crecieron en 2017. También Buenos Aires se verá favorecida, ya que es la gran beneficiada del reciente acuerdo fiscal.