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Leve recuperación del empleo en el 3ºT: la desocupación cayó al 8,3%

La tasa de empleo subió 0,3 puntos (215.000 nuevos puestos), pero creció la subocupación y la cantidad de personas ocupadas que buscan trabajo

13 diciembre de 2017

En línea con los datos del Ministerio de Trabajo sobre el empleo registrado, los indicadores laborales de la Encuesta Permanente de Hogares del tercer trimestre -que comprenden también al universo de los trabajadores informales- registran una moderada recuperación. Con variaciones interanuales que, según el Indec, “están contenidas en el error muestral”, los datos publicados hoy muestran una suba de las tasas de actividad y de empleo, y una baja de la de desocupación. A contrapelo, creció la subocupación y la cantidad de ocupados que demandan empleo.

¿Qué dicen los números?

La tasa de desocupación -que compara las personas desempleadas que buscan trabajo con la población económicamente activa (PEA)- retrocedió 0,2 p.p. en un año, de 8,5% en el 3ºT de 2016 a 8,3% en el 3ºT de 2017. A diferencia de la medición anterior, el dato positivo es que esta pequeña caída del desempleo se dio en el contexto de una mejora de la tasa de actividad -cantidad de gente que tiene o busca trabajo respecto del total de la población-, que remontó 0,3 p.p. (de 46% a 46,3%). “La buena noticia para el Gobierno radica en que la reducción del desempleo se da aun cuando más trabajadores se sumaron al mercado de trabajo buscando un empleo”, enfatizó la consultora LCG. Y concluyó que, en concecuencia, “la baja del desempleo se explicó enteramente por una mayor creación de empleo”.

La tasa de ocupación subió 0,3 p.p. interanual a 42,4%, lo que implica que la creación de puestos laborales se ubicó sutilmente por encima del crecimiento demográfico. Llevado a cantidades, se contabilizaron 215.000 trabajadores ocupados más que un año atrás, con un alza del 1,9%. Sin embargo, “de este total, apenas 8.000 estaban buscando empleo (eran desocupados); el resto (207.000) fueron nuevos ingresantes al mercado de trabajo”, explicó LCG.

Por su parte, el analista del Instituto Estadístico de los Trabajadores, Daniel Schteingart, en diálogo con El Economista, consideró que “los datos hablan más de una estabilidad que de un cambio. Es un resultado previsible, consistente con una mejora económica -de alrededor de 4% interanual en el 3ºT-, en la que el empleo al parecer reacciona suave. Es bueno que la tasa de empleo haya dejado de caer e incluso hasta subió unas décimas, pese a no ser estadísticamente significativas. Es un entorno de estabilidad, tirando a una cierta mejora”.

Entre el tercer trimestre de 2016 y el de este año, 215.000 trabajadores consiguieron empleo

Ecolatina fue más optimista: “Se observa que el crecimiento de la economía está traccionando el nivel de empleo. Según el EMAE, el PIB trepó 4,3% interanual en el 3ºT y el empleo 1,9%, por lo que la elasticidad empleo/producto rozó el medio punto (0,44). Esto contrasta con lo sucedido durante el segundo trimestre de 2017, cuando la brecha entre el dinamismo del PIB y el empleo fue significativa (2,7% contra 0,5% respectivamente)”.

Más ocupados que buscan trabajo

Mientras tanto, hay algunos puntos preocupantes del informe del Indec, que en parte relativizan las mejoras. En primer lugar, el aumento interanual de 0,6 p.p. de la tasa de subocupación -la cantidad de personas que trabajan una insuficiente cantidad de horas versus la PEA- (de 10,2% a 10,8%), que estuvo motorizado por el incremento de quienes están en esa condición y buscan activamente otra ocupación: la subocupación demandante trepó de 7% a 7,9%. Asimismo, hubo un importante crecimiento de 1,2 p.p. de los ocupados demandantes de empleo (de 14,2% a 15,4%), lo que puede responder, entre otras cosas, a la necesidad de un trabajo extra por insuficiencia de ingresos o de reemplazar el actual empleo por uno mejor remunerado o con mejores condiciones.

Por otra parte, LCG analizó las posibles interpretaciones del crecimiento de la tasa de actividad: “La mayor necesidad de complementar ingresos dentro del hogar a partir de una situación económica más delicada podría ser una de las causas que explique el incremento de la tasa de actividad. Si así fuera, esto opacaría en cierta medida las mejoras evidenciadas en el mercado de trabajo. Pero como contrapunto, vale decir que los salarios, tanto de los trabajadores registrados como no registrados, acumularon una suba real desde principios de año y en particular durante el 3T-17”.

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