En noviembre la Base Monetaria (BM) cerró en $ 880.300 millones. Supuso un crecimiento interanual de 23%, “equiparando la suba de precios mientras que el circulante creció 38%”, según detalló LCG.
La base monetaria creció, contra octubre, en $10.200 millones, acumulando en lo que va del año un aumento de $52.000 millones. Por su parte, el sector público requirió de asistencia por $28.200 millones del BCRA ($14.800 millones para pesificar deuda y $13.500 por giro de utilidades). De esta forma, según LCG la asistencia ya llegó al 91% de lo comprometido entre Hacienda y BCRA. Observando los agregados en lo que va del año, el sector público lleva demandado un total de $384.800 millones (el 66% fue por pesificación de deuda y el resto fue por la pactada asistencia del BCRA). La contrapartida fueron los $319.000 millones que la entidad presidida por Federico Sturzenegger retiró de la plaza ($302.000 millones vía Lebac).
En paralelo, el BCRA reforzó el sesgo contractivo de la política monetaria. La tasa de referencia llegó a 28,75% arrojando una tasa de interés real superior al 10% (tomando en cuenta una expectativa de inflación de 17,2%).
De esta manera el informe de LCG concluye: “Teniendo en cuenta los aumentos de tarifas de los meses venideros (y sus impactos de segunda ronda) y la corrección al alza de las expectativas de inflación, el BCRA aseguró que mantendrá elevadas las tasas al menos hasta abril. El costo de esta estrategia no es nulo. Implica un marcado deterioro déficit cuasifiscal: el stock de Lebacs creció 85% contra diciembre de 2016, alcanzando los $ 1.165.000 millones (132% de la base monetaria)”.
