No hubo victoria contundente ni batacazo. Pasó lo esperable: por poco, Sebastián Piñera (Chile Vamos) se impuso en el balotaje de ayer en Chile y será, nuevamente, el presidente de Chile. Una noticia que, lógicamente, cayó muy bien del otro lado de Los Andes. Escrutadas el 70% de las meses, el exempresario de 68 años se imponía con el 55% de las adhesiones. Unos 10 puntos detrás aparecía la carta oficialista, Alejandro Guillier. En la primera vuelta, Piñera obtuvo el 36,6% de los votos.
Piñera, quien estudió en Harvard, aseguró durante la reñida campaña electoral que corregirá las polémicas reformas tributarias y sociales impulsadas por Michelle Bachelet que, a su juicio, arrastraron a la economía a su peor momento en casi una década, informó Reuters.
En plena campaña, Piñera dijo a Reuters que no descartaba una eventual rebaja de impuestos a las empresas para estimular la actividad. A través de eso, pretender reforzar su plan de duplicar el crecimiento de la economía del mayor productor mundial de cobre y dejarla a las puertas del desarrollo, como se comprometió en su programa de Gobierno.
Piñera era el favorito de los inversores, y eso debería reflejarse hoy con un rally en la renta variable y en el peso chileno.
“Piñera gobernaría sin mayorías parlamentarias, con un movimiento social algo corrido a la izquierda y en un marco de cierto agotamiento del muy desigualitario modelo chileno, hasta aquí exitoso en generar crecimiento y bajar la pobreza”, sostuvo el analista internacional Martín Schapiro en Twitter.
Un ejemplo
Chile volvió a ser un ejemplo de civismo. Poco después de las 20, Bachelet cumplió con la formalidad de llamar personalmente a su sucesor electo para felicitarlo y acordar el horario en que mañana lo visitará en su domicilio para comenzar a acordar los términos de la transición. Ambos mandatarios son experimentados en estos intercambios, ya que es la tercera vez que se traspasarán el mando entre sí: Bachelet le entregó el mando a Piñera en 2010, luego recibió los atributos de manos de éste en 2014 y ahora se los devolverá.
“Lo llamo para felicitarlo por su triunfo y desearle una buena gestión en su mandato”, expresó Bachelet. A su vez, el nuevo presidente electo le dijo que “le agradezco mucho sus palabras y nunca he tenido la menor duda de que tanto usted como yo quiere lo mejor para Chile”.
La comunicación fue transmitida en vivo por la TV chilena.
Además, poco antes de las 21, Guillier, acompañado de su esposa, María Cristina Fraga, ingresó al bunker de Chile Vamos para saludar personalmente al ganador, que lo esperaba flanqueado por su esposa, Cecilia Morel.
“Hemos venido con mi señora e hijos a saludar al presidente electo de la República”, dijo el senador. Y agregó que le deseaba una buena gestión porque “cuando al presidente de Chile le va bien a Chile le va bien”.
