El impacto ambiental, el rol de las instituciones públicas y el desarrollo de tecnologías, fueron aspectos claves para repensar la agricultura que viene. La jornada “Agro 2030: Innovación para el desarrollo”, fue organizada por la Jefatura de Gabinete de Ministros, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el Ministerio de Agroindustria y el INTA.
El jefe de Gabinete de la cartera agroindustrial, Santiago del Solar Dorrego, participó de un panel en el que se hizo énfasis en la innovación como motor de progreso agroindustrial. El debate también contó con la mirada de María Beatriz Giraudo, coordinadora de Políticas para el Desarrollo Sustentable y Plan Belgrano de la cartera Agroindustrial, quién destacó la posibilidad que tiene el país para intervenir en los espacios de diálogo mundial y posicionarnos de forma diferencial. Por su parte, el presidente del INTA, Juan Balbín, fue claro y contundente: “La tecnología nos da enormes oportunidades para el agro, que nos hacen repensar la acción de nuestro instituto”.
Agrocreativos
A medida que avanzaba la jornada el debate se tornaba más jugoso. Tan es así, que Manuel Ron, presidente de Bio4, subrayó la importancia de verificar la sustentabilidad ambiental y social de los proyectos a desarrollar en el campo de la bionergía. Al debatir sobre el papel de los institutos públicos, los expositores destacaron el rol de la innovación social y la importancia de incorporar el binomio investigación-acción. Con una mirada más tecnológica y apuntando a desarrollar la creatividad, Ignacio Peña habló sobre los territorios del futuro y sugirió cambiar de paradigma “del supermercado del mundo a la bioeconomía del futuro”. Por último, Sebastián Campanario, advirtió sobre la nueva dimensión de la creatividad: “El futuro es de los mixers, de los que tienden puentes e innovan generando nuevos e impensados vínculos”.
